La presa de Castrovido estará «totalmente operativa» en 2020

Está previsto que las obras del hormigonado del cuerpo finalicen a mediados de noviembre

Lunes, 13 de agosto 2018, 19:09

Como agua de mayo esperan en el Arlanza la culminación de las obras de la presa de Castrovido, que acumulan más de diez años de retraso (y décadas, si se tiene en cuenta que se proyectó allá por los años '80 del siglo pasado). ... El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro Luis de la Fuente, asegura que «van muy bien» y que la intención es comenzar el llenado en pruebas para noviembre, de modo que la presa estaría «totalmente operativa en 2020».

Publicidad

Con datos más concretos, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) explica que el hormigonado del cuerpo de la presa, incluida la coronación, está previsto que finalice precisamente a mediados de noviembre, lo que dejaría preparada la estructura para su llenado, si bien este dependerá de las condiciones meteorológicas.

Así, primero habría que cerrar el desvío del río Arlanza y, para ello, su caudal tiene que cumplir unos requisitos de umbral. «Una vez cerrado el desvío del río y los órganos de desagüe comenzará el llenado», en pruebas, primero al 30% de capacidad y luego al 70%, para analizar «cómo responde ante la presión del agua», explica Dositeo Martín, portavoz de la comisión de seguimiento de las obras.

Martín insiste en que «no tiene por qué haber ningún problema de resistencia», pues la de Castrovido es una de las presas «más seguras, según los técnicos». Pero la comprobación hay que hacerla igual. También habrá que comprobar el funcionamiento de la central hidroeléctrica, que gestionará una empresa privada.

Junto con la finalización del cuerpo de la presa, también se trabaja en el cuenco amortiguador del pie de presa, en la valvulería y las compuertas de los órganos de desagüe y tomas, en los conductos de desagüe y en el acondicionamiento de las galerías. La presa de cola lleva tiempo concluida, solo queda cerrarla, comenta Martín, quien asegura que su conclusión no afecta a la puesta en marcha del pantano.

Publicidad

Primero se tiene que llenar y, cuando se vacíe para las pruebas, la presa de cola se quedará con agua. «Es como una piscina natural de 600.000 metros cuadrados», que se destinará a ocio y pesca, y que «puede ser una fuente de recursos económicos». Aun así, para llegar a ese punto tenemos que esperar a contar con un invierno metorológicamente adecuado.

A la espera e la lluvia

Martín recuerda que el Arlanza es muy irregular, de ahí la necesidad de contar con una presa reguladora de su caudal, y se suceden años de inviernos muy lluviosos con otros muy, muy secos. La media de lluvias está en los 400 litros al año, una cantidad que sería suficiente para realizar el llenado en pruebas, pero habrá que esperar a noviembre para saber si se puede hacer y cuándo se llevará a cabo realmente.

Publicidad

«Este año ha llovido mucho y se podían haber llenado tres o cuatro pantanos», afirma Martín, quien considera que «ha merecido la pena la lucha». Tras años de reivindicaciones, Castrovido es ya (casi) una realidad, si bien es cierto que algunos de los efectos beneficiosos de la presa tardarán en notarse. En el momento en el que comience el llenado habrá una regulación automática del caudal y las temidas avenidas podrán pasar a la historia de la cuenca.

El plan de regadíos, sin embargo, llevará más tiempo. De entrada, en la cuenca del Arlanza se han perdido 7.000 hectáreas de regadío, pues la gente ha ido abandonado el terreno ante los retrasos del proyecto. El plan de regadíos, que tendrá que promover la Junta de Castilla y León, afectará a unas 6.200 hectáreas. Y, aunque es una alternativa económica «interesante», pues la zona es buena para el cultivo en regadío, «va a costar que la gente recupere el riego porque se ha ido perdiendo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad