Un palacio lleno de vida

En la visita se conoce el salón de billar, donde el elemento protagonista evidentemente es la mesa de billar creada con madera de roble americano en el segundo tercio del siglo XIX. La visita lleva al salón de servicio y después al comedor, donde destacan las obras de bodegones y las relacionadas con la caza. Más tarde se llega a la antecámara, una sala repleta de retratos de la Familia Real, donde el más destacado es el de Alfonso XII, obra de Ricardo Madrazo. También se encuentra en la cámara oficial el retrato de Alfonso XII, esta vez frente a otro de Francisco de Asís. Después de pasar por el despacho llegan los dormitorios; primero el de Francisco de Asís, donde hay expuestos varios tapices, y el dormitorio de Alfonso XII, donde permanece la cama francesa que usaba el monarca, así como el resto de muebles y objetos, destacando las cortinas de terciopelo.

Estas estancias componen un Palacio cuyo tesoro está fuera de las paredes. El recinto actual tiene cerca de 700 hectáreas, que desde sus inicios han estado destinadas a la actividad cinegética. Esto originó a mediados del siglo pasado la idea de instalar en el Palacio un Museo de la Caza, donde podrás ver las representaciones de multitud de animales que pueblan (o algún día poblaron) los terrenos del coto del Palacio de Riofrío. Rebecos, corzos, ciervos, avutardas, urogallos, garzas y perdices. También están representados el búho real, el zorro, el águila real, el buitre, el oso pardo y el jabalí, todos ellos junto a un panel de información de las especies y el grado de extinción en el que se encuentran, así como las partes de la península donde habitan.

Antes de salir del Palacio, la ruta pasa por la Capilla, presidida por el lienzo 'Virgen con el Niño entre Santa Bárbara y San Francisco de Sales', de Antonio González Ruiz. Además, dos esculturas de Santa Teresa y San Agustín ocupan las hornacinas. Ahí acaba la visita al Palacio Real, pero no es lo último que puedes ver en el recinto. De hecho, la experiencia más esperada por muchos es el transcurso en coche hasta la salida cruzando la finca. Si tienes suerte puedes cruzarte en tu camino con algún gamo o ciervo, presentes en las inmediaciones del Palacio desde su creación gracias a la caza y el buen mantenimiento por parte de los responsables.