Pablo Fernández considera «torticero» que se equipare el deseo de independencia de Cataluña con la de León

También asegura que «estamos en debates distintos» cuando se le pregunta si, a la hora de defender presupuestos y más financiación autonómica, lo hará en nombre de Castilla, de León o de «las dos regiones históricas» que el Estatuto de Autonomía junta con una «y». Puntualiza al respecto que, hoy por hoy, Castilla y León es una única comunidad y que «seguirá luchando con uñas y dientes» desde su escaño por las nueve provincias y, sobre todo, por las más desfavorecidas: Ávila (sin empleo), Palencia (sin pediatras en la Montaña palentina), Segovia (sin industria), Soria (sin población). Aunque apostilla seguidamente que «no se puede hurtar el debate» a los ciudadanos de León, donde, «desde siempre, existe un fuerte sentimiento leonesista».

–¿Cuál es su posición respecto de una hipotética escisión de la comunidad autónoma en dos?

–Creo que es bueno y sano el debate y me sorprenden las críticas furibundas de algunos partidos políticos dispuestos a castigarlo o reprobarlo. El debate es razonable y refleja un deseo de los ciudadanos de la provincia leonesa.

–¿Cree viable que la provincia de León pueda subsistir en solitario como comunidad autónoma?

–Considero que hay que escuchar a la ciudadanía. Históricamene ha habido en León un sentimiento identitario muy arraigado, al que los partidos de la derecha han contribuido poniendo a la provincia en estado de emergencia demográfica, a la que han hundido económicamente. Entiendo que el debate resurja y se ponga encima de la mesa, y nosotros estamos abiertos y dispuestos a que se suscite este debate. Una cuestión diferente es que es verdad que es un tema complejo y no existe el mismo sentimiento tan intenso en las provincias de Zamora y Salamanca. Aquí ese sentimiento es más atenuado y por eso el debate tiene que ser sereno y sin demagogias.

–¿Va usted a plantear a 'los círculos' de Podemos en la comunidad que se pronuncien sobre la segregación de León?

–En estos días es una cuestión que está suscitando mucho interés y 'los círculos' de la provincia de León están empezando a tener ese debate para luego tener una posición política clara. Pero en Zamora y Salamanca no han albergado este deseo.

–¿Se han dado algún plazo de tiempo para llegar a esa postura?

–No hay una previsión de tiempo. Pero hace un flaco favor quien quiera cercenar este debate, pero arrogarse la portavocía de la región leonesa, como ha hecho José Antonio Díez, también es un error. Son cuestiones que requieren seriedad y calma. Nosotros vamos a alejarnos del ruido.

–Si su partido ha admitido en el acuerdo con Esquerra para la investidura de Sánchez un refrendo del mismo en Cataluña, ¿cree que el resto de comunidades tendría que votar también dicho acuerdo? ¿Tendría que haber una consulta para León?

–Son cuestiones distintas de las que estamos hablando. En las negociaciones con ERC no se ha hablado de referendum en Cataluña, sino de una mesa de diálogo para solucionar un problema político. Es un momento en el que la gente hace muchas hipótesis, sobre todo la derecha y ultraderecha, que están dando por sentado muchas cosas. No hay que aventurar escenarios. Yo estoy en la ejecutiva y no he escuchado la palabra referendum, sino de mesa de diálogo. Además, es más necesario que nunca: la solución passa por una mesa de diálogo para desbloquear la situación, enquistada por la posición de la derecha. La única certidumbre es una mesa de diálogo en Cataluña para solventar un problema político.

De tercera clase

–¿Cómo defenderá ante los castellanos y leoneses un acuerdo de Gobierno que agranda la distancia entre las comunidades de primera clase y las de segunda?

–Disiento de ese planteamiento, no estoy de acuerdo. Creo que lo que ha provocado en los últimos cuarenta años que haya comunidades de primera, segunda y tercera categoría (y Castilla y León está en esta última)ha sido el bipartidismo y, especialmente, el PP con el apoyo del PNV y de Convergencia para privilegiar al País Vasco y Cataluña. Creo que vamos a tener un gobierno más ecuánime que, bajo el artículo 2 de la Constitución, priorizará las inversiones en Castilla y León. Creo que el próximo Ejecutivo va a ser muy bueno para comunidades despreciadas por el bipartidismo y potenciará inversiones a las comunidades más deprimidas, como Castilla y León y Extremadura.

–Para reivindicar la reforma de la financiación autonómica, Castilla y León ha hecho un frente común en las últimas legislaturas. ¿Cuál va a ser la estrategia de Podemos a partir de ahora?

–En Castilla y León hemos fijado una posición de comunidad que pasa por que se tengan en cuenta las singularidades territoriales (envejecimiento y situación poblacional). Estas características hacen que los servicios sean más costosos, luego tiene que llegar más financiación. Es indubitable que es una de las cuestiones más complejas. La Ley de Financiación Autonómica vigente fue diseñada por el Partido Socialista en 2009 y es uno de los debates más intensos y profundos que debe estar presidido por la solidaridad interterritorial del artículo 2 de la Constitución. Creo que vamos a tener un Gobierno capaz de articular un sistema de financiación que privilegie a las comunidades autónomas más deprimidas. En el acuerdo de Gobierno con el PSOE hemos dejado claro que se van a priorizar las inversiones en las comunides autónomas que precisen infraestructuras urgentes. Frente a aquellos que dicen que van a anteponerse los intereses de Cataluña, creo que se priorizará a Castilla y León.

–Muy optimista le veo, a pesar del escaso peso especifico de Castilla y León en el ruedo nacional.

–Soy optimista porque este Gobierno tiene las ideas claras sobre la solidaridad entre las comunidades autónomas. Hay que darle un tiempo. Tenemos la voluntad férrea de que comunidades como la nuestra estén en los Presupuestos Generales del Estado.

–¿No cree que se ha abierto la caja de los truenos y que las aspiraciones segregacionistas van a enturbiar la posibilidad de acuerdos en el hemiciclo para resolver los principales problemas de los castellanos y leoneses?

–Yo hablo de realidades. Ahora mismo Castilla y León es la comunidad constituida. Estoy convencido de que en 2020, el Ejecutivo regional va a hacer sus presupuestos de inversiones teniendo en cuenta los localismos que han surgido, por ejemplo, en Ávila. Y también se va a escuchar a Soria. Estamos hablando de una comunidad que ha quebrado la derecha y que por ello hay más sentimientos provinciales. Es un debate distinto el de la región leonesa: que no se corte el debate y luego veremos lo que ocurre. Va a llegar hasta donde quiera la ciudadanía. Mezclar churras con merinas no vale. Quien lo hace es por ignorancia o mala fe. No es equiparable la independencia de Cataluña con León, que pide la autonomía y está legitimada por el artículo 2 de la Constitución y el Estatuto de Autonomía. La posición de Podemos es que haya debate para fijar una postura pero políticamente no tenemos una posición tomada, de momento.

–Entonces, de la ordenación del territorio ni hablamos.

–¿Por qué no hablamos de por qué se ha incumplido el Plan Plurianual de Convergencia Interior? Hay que achacarlo al PP, que ha gestionado horriblemente esta comunidad y ha propiciado las desigualdades.