Mota del Marqués: de los cigarros de rosas a nombrar mil veces a Jesús

Alimentar su presente con el recuerdo de su pasado. El pueblo de Mota del Marqués está empeñado en poner en valor su generoso patrimonio intangible. La corporación y los vecinos son conscientes de que su riqueza se basa en su caudal costumbrista, por eso lo cuidan tanto. Entre las tradiciones, destaca la celebración de las Águedas, cuya cofradía se remonta al año 1672. En la actualidad las mujeres participantes de esta fiesta, ataviadas con traje regional, pasan un día de hermandad en el que no faltan los bailes tradicionales.

El carnaval es la fiesta más arraigada. Se prolonga desde el Domingo Gordo al de Piñata. Antaño los protagonistas eran los quintos y las murgas, que animaban las calles. También el Perrero y los Birrias, figuras tradicionales de aspecto caricaturesco. Los motanos disfrazados solían 'cucar' al Perrero, que vestía con pieles, máscara, esquilas y una larga vara de mimbre. A mediados del siglo pasado dejó de salir, pero hace unos años se recuperó.

También es típico 'correr el bollo' por las casas y beber una copita del bien ponderado licor café, con receta típica del lugar. El Lunes de Carnaval se corrían las cintas y los gallos a caballo. Ahora son los niños los que celebran este rito montados en bicicleta. El carnaval finaliza el Domingo de Piñata, para el cual se arma una piñata de la que cuelgan tantas cintas como parejas inscritas para bailarla. Todas acuden con sus mejores galas al Casino, centro social que en 2020 cumplió su centenario.

La procesión más relevante de la Semana Santa es la de la Soledad del Viernes Santo. Seis pasos son portados a hombros, algunos de ellos por miembros de la misma familia desde hace años. Es tradición que el porteador de una de las andas coloque una toalla sobre ellas, como señal de que tiene dueño. Esta procesión destaca por la importancia de sus tallas y por el rito de las Venias, durante el cual cinco de los pasos muestran sus condolencias a la Virgen postrándose tres veces ante ella.

En 2009 se recuperó la Cruz de Mayo con misa, beso a la reliquia y el rezo de 'Los mil Jesuses', que consiste en pronunciar 1.000 veces el nombre de Jesús. Otra costumbre curiosa es la de fumar cigarros de rosas en San Juan. En mayo se recogen los pétalos y se secan al sol. Se lían en papel de arroz y se fuman tras merendar en el Corro del Palacio, mientras se toma café licor y pastas. Los más atrevidos saltan la hoguera, y después suben al castillo para ver bailar al sol y a la luna al amanecer.

El 8 de septiembre Mota celebra las fiestas dedicadas a La Virgen de Castellanos, con misas, peñas, capeas y encierros taurinos. También cada 11 de noviembre los motanos festejan San Martín, ataviados con la típica capa castellana.

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