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El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, recordó el duro año vivido desde que estalló la pandemia que «azota al mundo» y que «ha traído tensión social, ha forzado las costuras de nuestro estado como nunca» pero aseveró que «por fortuna los cimientos ... sobre los que se construyó nuestra actual democracia son sólidos gracias a una Constitución pactada, buena y acertada».
Mañueco reivindicó el «espíritu con el que los españoles aprobamos la Constitución» de 1978 frente a quienes pretenden «cuestionar el sistema autonómico enfrentando a los territorios entre si, en lugar de trabajar por un futuro juntos». «Se equivocan, del enfrentamiento nunca ha salido nada bueno», sentenció en un mensaje en las redes sociales en el que apeló al «espíritu de superación, unidad, generosidad y esperanza» con el que nació la Carta Magna. «Hoy esta reivindicación es más necesaria que nunca», dijo.
El jefe del Ejecutivo autonómico, que representará a Castilla y León, en el acto institucional que se celebra en el Congreso de los Diputados, con motivo del 42 aniversario de la Constitución, apeló en un tuit a que la sociedad se inspire en los «valores» constitucionales «para afrontar el futuro».
En un año tan duro como éste, marcado por el azote de la pandemia, quiero reivindicar el espíritu de superación, unidad, generosidad y esperanza con el que los españoles refrendamos nuestra #Constitución hace 42 años. Inspirémonos en estos valores para afrontar el futuro. pic.twitter.com/0FH679NOY5
Alfonso F. Mañueco (@alferma1) December 6, 2020
Alfonso Fernández Mañueco incidió en que «un 6 de diciembre los españoles ratificábamos la Constitución Española» que «era fruto del trabajo ímprobo de políticos de la transición visionarios, generosos y audaces» y defendió que «42 años después podemos decir que nunca antes los españoles disfrutamos de más libertades, más derechos y más servicios sociales»
Mañueco aseguró que «con sus aciertos y errores», esta Constitución, «hecha por todos y para todos, nacida del consenso entre diferentes, nos ha traído la mayor época de prosperidad de nuestra historia y nos ha hecho más fuertes como Nación».
Un texto constitucional, dijo, que «acertó» en uno de «nuestros grandes problemas históricos, como era la distribución del poder territorial, haciéndolo sustentar en dos motores, el Estado y las autonomías». «El primero, fuerte, robusto, capaz de coordinar y liderar la acción del Estado en todo el territorio y garantizar la igualdad y la solidaridad entre españoles; las autonomías, cercanas y capaces de llevar los servicios públicos a todos los ciudadanos, vivan donde viva».
«Juntos, trabajando al unísono son imparables y hacen de España uno de los mejores y más avanzados países del mundo», sentenció Mañueco.
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