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El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, comparó hoy a la UPL con el «koala de león» que sale corriendo a «abrazarse» a sus «amigos» socialistas cuando llegan las elecciones, mientras el portavoz 'leonesista' Luis Mariano Santos le reprochó su falta de «liderazgo» y ... ausencia en la cumbre del lobby del Cantábrico y que sea más «proactivo» en las «promesas» que en el cumplimiento de las mismas.
En la sesión de control al ejecutivo del pleno de las Cortes, Santos preguntó a Mañueco si consideraba que era un «presidente proactivo» en la defensa de los intereses de la Región Leonesa.
El presidente le respondió que lo era con los leoneses y los habitantes de las otras ocho provincias restantes de la Comunidad y le requirió si el procurador lo era: «No aporta nada ni a nadie en León».
«No sé qué le pasa. Últimamente le noto irritado, enfadado», continuó el presidente de la Junta quien aprovechó para denunciar el «desprecio» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los proyectos ferroviarios y el Corredor Atlántico, pero también con la selección de la sede de la Agencia Espacial española.
Además, criticó que el procurador de la UPL no dijera «ni chitón» a la petición de «trenes nuevos y billetes gratis» como para Asturias y Cantabria, tras el fiasco con contrato de convoyes de Feve.
Durante el pleno el portavoz de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha afeado la ausencia y escasa proactividad del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y su ejecutivo que deja a León fuera de la Macrorregión Atlántica y de su lobby para influir en Europa. Así se lo manifestó el portavoz de UPL en las Cortes, Luis Mariano Santos, durante la sesión plenaria de este martes.
Santos criticó que «no se podía caer más en la insignificancia y la irrelevancia» como ocurrió hace escasos días con «el olvido de este modelo de éxito» con su ausencia en el encuentro en Ajuria Enea entre Íñigo Urkullu, Miguel Ángel Revilla, Adrián Barbón y su compañero de partido Alfonso Rueda en representación del País Vasco, Cantabria, Principado de Asturias y Galicia. Y le cuestionó «dónde estaba usted», que era más importante que defender los intereses ferroviarios y logísticos de León y cuando ni su compañero gallego se acordó de usted.
Así, le advirtió que la mayoría de los leoneses «no esperan nada de esta autonomía ni de usted» y que se reafirma que no es capaz de ir a los foros donde se reivindica, se forman alianzas y deja en muy mal lugar su liderazgo y el de su gobierno. «Sus constantes ausencias en la defensa del potencial logístico de la Región Leonesa, su no apuesta por la Ruta de la Plata o su ausencia en el diseño del corredor a lo largo de su desarrollo pueda concluirse como uno de los más grandes fracasos de los 38 años de gobierno popular», insistió.
El portavoz leonesista pidió que «se ponga las pilas» porque en León queremos irnos de esta comunidad, pero mientras llega «ese feliz momento» exigimos que quien tenga la obligación de defender nuestros derechos lo haga, aunque sea solo 2 minutos de esos que le dejan en Europa para justificar su política. Y más después de las palabras que nos dedicó hace un mes donde se nos acusó de silencio cómplice cuando olvida que «la historia del desastre de Feve comienza con un gobierno del PP durante 6 años despedazo y olvidando la importancia de una infraestructura estratégica y que continuó con los ya casi cinco años de gobierno socialista».
«Lo que nunca cambia es la posición de UPL, que tampoco se calló», le recordó y le pidió «más proactividad» y parecerse más a sus homólogos de Asturias o Cantabria, que lideraron la protesta en la polémica por el tamaño de los trenes. Pero. «Ya dormimos más tranquilos», ironizó, después de que enviase cartas para quejarse como ya hacía su predecesor el señor Herrera cuando pidió al ministro Soria que dejara de destruir el sector minero de León y ese «sí que fue y pasará a la historia como un silencio cómplice, señor Alfonso».
«Un silencio cómplice del PP que sabemos y sufrimos en León todos los días», remarcó y que ustedes son capaces de girar visita tras visita, intentando convencer sobre la intermodalidad de la nueva estación de autobuses de León cuando la realidad es que se trata «de un tendejón encima de un pasillo» y que se aleja como siempre de aquello que ustedes prometieron.
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