La Junta pedirá al Gobierno la posibilidad de confinar a la población «10 ó 14 días» para frenar la tercera ola

«A veces es mejor hacer un confinamiento estricto 14 días y frenarlo, como está haciendo Reino Unido», sugería Casado. Es una medida tan radical que la Junta de Castilla y León no puede ejecutarla por sí misma. Se pidió meses atrás al Gobierno que se previera esa posibilidad, pero el Ejecutivo se negó. Dejó en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de instaurar toques de queda, restricciones a las reuniones, reducciones de aforo y cierres perimetrales. Y algunas han ido más lejos que Castilla y León. Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, anunciaba horas antes de la comparecencia de Casado que la hostelería tendrá que cerrar a las 17 horas y que los grupos máximos en reuniones no podrán exceder de 4 personas. «No nos cansamos de pedir medidas excepcionales para poder poner en marcha los confinamientos. Este momento sería bueno para poder ponerlo en funcionamiento, pero no lo podemos hacer y pido que hagamos un confinamiento inteligente, como decía Angela Merkel», decía Casado, que llevará esta propuesta de poder ejecutar un confinamiento domiciliario de nuevo al Consejo Interterritorial.

Para ejemplificar lo que asoma tras el inicio de esta tercera ola que repunta cuando aún no se había deshecho la segunda, Casado alertó de la situación en Segovia. El alivio de las restricciones por su buena situación ha llevado a que sea la provincia con peor diagnóstico. «En Segovia, la incidencia acumulada a 7 días es de 295. Eso nos lleva a casi 600 casos en 14 días si esto sigue igual». Es decir, aclaró, nivel de máximo riesgo. El ya conocido nivel 4 «con restricciones añadidas». Esos añadidos ya son conocidos y temidos: cierre de la hostelería, de las grandes superficies… Se verá el jueves, cuando se debata en el Consejo de Gobierno. Y no es que las demás provincias estén a salvo, aunque partan de niveles más bajos. Ávila tiene el factor de propagación del virus en 2,26. Todo lo que sea subir de uno implica que el Sars-Cov-2 se desboca. Hace apenas una semana, todas las provincias estaban por debajo de ese umbral de 1. Ahora, todas están por encima. La media es de 1,43.

En esos ocho folios elaborados por el comité de expertos se incluyen otras recomendaciones que la consejera de Sanidad hace suyas. Para los que pienen en los Reyes Magos. «Cancelar todos los actos navideños pendientes que puedan congregar personas de forma multitudinaria. Prohibición de juntarse no convivientes en Reyes. Evitar contacto entre niños y mayores vulnerables». Y para los que ya han padecido cierres dramáticos en sus sectores, como hosteleros y comerciantes: «Control de distancia entre mesas en ocio y restauración. Sanciones ejemplares y públicas. Implicar a los hosteleros en la vigilancia. Y prohibir terrazas cerradas por todos los costados, no están autorizadas. Sugieren mantener toque de queda. Y piden control estricto de aforos en grandes superficies, comercio minorista y medidas de distancia».

Habían pasado 24 horas desde que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, argumentaba en Twitter por qué debían reservarse dosis de vacunas en estas primeras semanas. «Es aconsejable no administrar más del 40% para asegurar la 2ª dosis», decía. Había dudas sobre si los envíos iban a llegar de manera regular y hay una ventana concreta, «de 19 a 45 días», en la que los vacunados por primera vez deben recibir la segunda dosis. (La inmunidad aparece a partir de siete días después de la segunda inyección). Verónica Casado anunció que el Ministerio de Sanidad garantizó que no habrá problemas con los pedidos y eso ha llevado a la Junta a variar de táctica. «Se nos garantizaban dosis suficientes y eso nos permite modificar la estrategia inicial de guardar vacunas para la segunda dosis y nos permite extender a toda la población de residencias y sanitarios la primera fase», señaló.

La diferencia en los porcentajes de vacunación entre las nueve provincias, con Segovia inyectando el 13% de las dosis y Burgos o León el 75%, se ha debido «casi siempre a problemas de recursos humanos, menos disponibilidad de profesionales», admitió Casado. Sin embargo, señaló que se van a poder «aplicar todas las vacunas, van a reorganizar la situación para intentar llegar al máximo posible y darle el mayor ritmo posible a la vacunación».

Para ello ha hecho un llamamiento a los profesionales que quieran participar en la campaña de vacunación de manera «voluntaria e incentivada». También ha agradecido el ofrecimiento del Ejército para participar, como ya lo hacen con los rastreos, con las vacunaciones, oferta que hizo expresa la ministra de Defensa, Margarita Robles. «Los propios mandos que trabajan con nuestros directores técnicos ofrecieron su ayuda y se está ordenando cómo podemos adaptar esta ayuda no solo en el rastreo sino en la vacunación. Este tipo de ayuda siempre es bienvenido», señaló la consejera de Sanidad.

Al contrario de lo que se apunta que puede suceder en Madrid, donde se ha abierto la posibilidad de utilizar empresas privadas en la vacunación tras haber inoculado solo el 6% de las dosis recibidas en la primera semana, Casado aseguró que en Castilla y León no se va a subcontratar este servicio. «Aquí no subcontratamos nada porque no nos parece que sea la estrategia fundamental y estamos demostrando que estamos vacunando mucho y bien a pesar de los días tan complejos que hemos pasado. La mayor parte de los equipos de vacunación están funcionando mucho y bien», señaló. Hay 56 equipos de vacunación en la comunidad autónoma.