
El consejero de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, José Luis Sanz Merino, cifró el impacto del Corredor Atlántico en la economía de la Comunidad en un incremento del PIB de 3.670 millones de euros, además de suponer una reducción de ocho millones de toneladas de CO2 y un aumento de cinco millones de toneladas anuales en transporte de mercancías hasta 2040.
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Así lo aseguró durante su participación en la clausura de la jornada 'Transporte ferroviario en el Corredor Atlántico', que tuvo lugar en la localidad portuguesa de Guarda, y en la que el consejero de Movilidad incidió en la importancia de la cooperación y colaboración entre Castilla y León y Portugal para que el Corredor Atlántico sea una pieza clave en la conectividad logística de ambos territorios y en su integración en el mercado europeo.
Sanz Merino destacó la necesaria cooperación entre administraciones, empresas y gobiernos para «redoblar esfuerzos y convertir esta infraestructura en un motor real de desarrollo», y destacó como hitos de cooperación las declaraciones ya realizadas en Salamanca y Aveiro, que reforzaron el compromiso de inversiones conjuntas, pero también el apoyo a la iniciativa del municipio portugués de Viseu para impulsar la línea de alta velocidad que unirá Oporto, Aveiro y Viseu con Castilla y León.
En su discurso, centrado en la colaboración transfronteriza, Sanz Merino destacó «la posición estratégica de Castilla y León, con 915 kilómetros de trazado ferroviario del corredor atravesando su territorio. Y el papel de la Comunidad como punto de enlace entre los puertos portugueses y el centro de España, con impacto directo en el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental», aseguró en declaraciones recogidas por un comunicado remitido a Ical.
Por otro lado, el consejero de Movilidad de la Junta reivindicó la modernización de infraestructuras como la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro, cuya electrificación resulta clave para la conexión entre territorios, y también hizo un llamamiento a la unificación de estándares ferroviarios entre ambos países para garantizar la interoperabilidad.
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En el ámbito logístico, destacó el desarrollo de la Plataforma Intermodal de Salamanca-Zaldesa y la necesaria coordinación con la terminal de Guarda como ejemplo de sinergia ibérica, y también puso en valor la futura reapertura de la Ruta de la Plata a su paso por el oeste de la Comunidad. A juicio de Sanz Merino, «el Corredor Atlántico debe ser la arteria que nos une» con Portugal, como lo es el río Duero, que vertebra los territorios que deben generar sinergias comunes para el desarrollo económico y social de España y el país luso.
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