La Junta advierte que la pandemia está incrementando la trata de personas con fines de explotación laboral y trabaja «de forma perseverante» para erradicarla

Según explicó en declaraciones recogidas por Ical, la explotación laboral afecta principalmente a los varones (un 68 por ciento), si bien en determinados sectores de actividad como la limpieza o los cuidados las víctimas son predominantemente mujeres. Así, señaló que la trata laboral es más frecuente en sectores como el agrícola o los trabajos estacionales, si bien desde el Gobierno regional han detectado también un «alto riesgo» en muchos más sectores, como la industria, construcción, hostelería, limpieza, o cuidados asistenciales.

«La Junta tiene el planteamiento de trabajar de forma perseverante para acabar con la trata laboral y hacer de esta comunidad una tierra de vida, un territorio de acogida, lleno de oportunidades para los que estamos y para los que vengan, integradora de la población extranjera con la autóctona en una sociedad donde se gestionen de forma positiva las diferencias», recalcó.

Aguilar recordó que la Dirección General de Acción Exterior no tiene competencias en materia laboral, si bien explicó que dentro de la Junta se ha probado el programa territorial integrado de objetivos del sistema de inspección del trabajo y seguridad social en Castilla y León para el año 2021, que se centra en dos materias: la prevención de riesgos en el trabajo y las relaciones laborales.

Concretamente, apuntó que entre las actuaciones previstas en este programa en relación con la inmigración, destacan dos líneas de actuación. La primera de ellas está en relación a la economía irregular y el trabajo de extranjeros, y hace hincapié en que «el control de la economía sumergida y la inmigración irregular sean una prioridad de la inspección de trabajo», y dicho control se ha de realizar sobre la base de una planificación por sectores y subsectores de actividad, áreas geográficas o situaciones en las que se produce.

La segunda línea sería un programa de discriminación por razones distintas de género, que incluye una campaña de control de condiciones discriminatorias, con el objetivo de «controlar que las condiciones de trabajo, salario, jornada y seguridad y salud de los trabajadores inmigrantes, cuenten o no con autorización administrativa para trabajar, sean las mismas que para los trabajadores españoles».

En especial , precisó, se tienen que controlar los sectores de deporte, agrícola, ganadero, hostelería, comercio, contact center, lavandería, tintorerías y tareas del hogar. «El éxito de la integración de inmigrantes es fundamental para el bienestar, la prosperidad y la cohesión de nuestros ciudadanos. Hay que avanzar de forma decidida en la sensibilización social y en la correcta gestión de la diversidad cultural», sentenció.

Por su parte, Vicente Andrés consideró «vergonzoso desde el punto de vista humanitario» y «un escándalo» que en pleno siglo XXI, en la era de la digitalización, «siga existiendo la explotación laboral y sexual de personas que son engañadas y desplazadas de un lugar a otro, que vengan a producir beneficios a empresas o a personas».

«El sindicato siempre ha estado comprometido luchando contra las dictaduras y abusos, y las víctimas de trata son los nuevos esclavos del siglo XXI», afirmó. Para él, la lucha contra esa lacra «es un objetivo sindical irrenunciable», y según apuntó se trata de un fenómeno que se produce por la expansión de la economía y la globalización.

«El sindicato tiene que estar cohesionado con el sindicalismo internacional y las instituciones internacionales para minimizar esto. Las fuerzas y cuerpos de seguridad son otra parte importante de lucha contra la trata, y otra parte decisiva es la patronal», aseguró antes de reclamar que «falta el compromiso del mundo empresarial» y que «es preciso implicarles».

Tras sus intervenciones, la ponencia inaugural de la jornada 'La trata con fines de explotación laboral' corrió a cargo de la fiscal adscrita de la Unidad de Extranjería de la Fiscalía General del Estado, Beatriz Sánchez Álvarez, que precisó que la trata de seres humanos consiste básicamente en «arrancar a una persona de su entorno, desvinculándola de sus raíces, empleando un modo violento, coercitivo, engañoso o abusivo, para trasladarla a otro lugar donde se aprovecha la vulnerabilidad provocada por estos abusos para explotarla con diferentes finalidades».

La jornada divulgativa está organizada por Comisiones Obreras de Castilla y León, a través de la Secretaría de Migraciones y Medio Ambiente. A lo largo de la mañana está prevista también la intervención de la jefa de Equipo de Investigación de la Policía Nacional (UCRIF Valladolid), Ana Palomo Casado, y y del capitán jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, Carlos Hebrero Suáñez. La Federación de Industria y la Federación de Construcción y Servicios también darán el punto de vista sindical en el coloquio.

Desde el sindicato recuerdan que la trata laboral es un delito que existe en Castilla y León, si bien «no se ve porque las mafias que están detrás evitan que así sea». Así, señalan que en marzo del año pasado se detuvo a catorce personas acusadas de trata en la poda en la vendimia en Tordesillas (Valladolid); en septiembre saltaba la noticia en León de la desarticulación de una organización que explotaba mujeres captadas en Honduras como empleadas de hogar; veinte víctimas fueron liberadas en octubre en Toro y Fresno de la Ribera (Zamora), a los que se explotaba realizando tareas agrícolas; en diciembre se ha celebrado el juicio por delitos de trata de seres humanos a quienes tenían hacinadas a unas 200 personas en una nave en Canicosa de la Sierra (Burgos) para la recogida de setas…

Esta jornada se enmarcada en el Acuerdo del Diálogo Social para la Integración Social y Laboral de las Personas Inmigrantes y Emigrantes, ya que la mayoría de las víctimas son personas extranjeras con poco conocimiento del idioma. Las técnicas de manipulación a las que son sometidas deterioran sus facultades psicológicas, lo que puede explicar la sumisión con la que a veces aceptan estas situaciones. Por eso es tan importante que la ciudadanía aprenda a reconocer esta realidad y ayude a las posibles víctimas.