Íscar y Pedrajas de San Esteban (Valladolid) terminan los 14 días de cuarentena: «Somos lugares sanos y saludables»

Tras varios días sin registrar ningún nuevo positivo de covid-19, las localidades abandonarán el aislamiento, algo que los alcaldes consideran que se debe a «una gran responsabilidad individual» de los vecinos y tras lo que ponen la vista en que «desaparezca el estigma que se les ha puesto» y se les vea como «lugares sanos y saludables».

Este primer día de desconfinamiento el alcalde de Pedrajas de San Esteban, Alfonso Romo, lo inició bien temprano para «quitar vallas de parques y caminos, que ya podemos volver a abrir». Contento porque su pueblo «ha conseguido controlar el brote, tras tres o cuatro días sin positivos», el regidor es consciente de que hay que «insistir a los vecinos en que hay que seguir las medidas, así como apostar por la concienciación, que es la única forma de tener controlado el virus, porque si nos volvemos a relajar volvemos a la situación de ayer».

Una quincena que en la localidad se vivió con «preocupación porque el número de positivos crecía rápido, pero también con conformismo e indignación a la vez, al pensar que por qué a nosotros si en otros sitios también había casos», mientras que los vecinos demostraron «una gran responsabilidad individual».

Unos vecinos que desde el cuatro día de confinamiento vieron cómo empezaba a bajar el número de positivos hasta alcanzar ya cuatro días sin registrar ninguno, algo que Romo achacó a que «los vecinos se han concienciado y han aplicado más las medidas. Es el camino a seguir no solo aquí o en Íscar, sino en toda España».

Ahora, el regidor mira al futuro y deposita su esperanza en que «desaparezca el estigma que se le ha puesto a Pedrajas de San Esteban y a Íscar» y se les vea como «lugares sanos y saludables». Por esta misma razón, Alfonso Romo celebró que «ya en este primer día se ha visto gente que ha venido de fuera, algo que es un buen síntoma», al tiempo que animó a todo el mundo a que acuda a la localidad.

Si homólogo en Íscar, Luis María Martín, asegura que en su municipio «la gente está tranquila, sin ningún problema y llevándolo con buen ánimo», tras recibir «muy bien» la noticia del desconfinamiento, ya que «hace días que estamos sin casos». Una razón, la del descenso de nuevos positivos que para el regidor es la causa por la que los vecinos «han llevado bien el confinamiento, al ver que estaba funcionando».

Así, Íscar inicia este domingo una nueva etapa este domingo que «se afronta bien y con ánimo», así como con la responsabilidad de «seguir cumpliendo la distancia social y las normas marcadas por la Consejería de Sanidad», algo para lo que «la gente está concienciada, porque es la única forma de combatir al virus». Sin embargo, el municipio mantiene la preocupación de poder dar un paso atrás, dado que a diario «se ven nuevos brotes en muchos sitios».

No obstante, Martín invita a «no tener miedo», porque «más casos que en Íscar hay en Madrid, Cataluña o todos los sitios», ante lo que insiste en que «no hay porqué tener miedo», ya que «de tenerlo no se podría ir a ninguna parte». Lo importante, según recalcó es la «precaución y la cautela», ya que «es una cosa que nunca sabes dónde te lo puedes encontrar».

Tras 15 días confinados, Íscar y Pedrajas retoman la normalidad en el momento en el que el Ministerio de Sanidad hace pública una batería de medidas entre las que se encuentra en cierre del ocio nocturno y una reducción de horario para bares y restaurantes.

En este sentido, el alcalde de Íscar, Luis María Martín, señala que a los sectores afectados les va a hacer mucho daño y asegura «no saber si los locales de Íscar están preparados» para afrontar un nuevo cierre. «Se van a resentir, porque es mucho tiempo y son muchas las medidas que les han afectado», recalcó.

Por su parte, el regidor de Pedrajas de San Estaban comprende que son medidas que implanta el Gobierno y existe la obligación de acatarlas», aunque no se muestra «conforme a que se establezcan las mismas para los pueblos que para las ciudades, ya que «los restaurantes de los pueblos no tienen el mismo número de clientes que en las ciudades o en las zonas de turismo».