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Domingo, 17 de septiembre 2017, 13:30
La de ayer fue una jornada especial para la Universidad Isabel I. Una de esas citas que pasará a la historia de la joven institución académica. Y es que, ayer se graduaba la primera promoción de egresados de la Universidad, que tras cuatro años ... de andadura parece haberse consolidado en el mapa educativo, no solo de la comunidad, sino del conjunto de España. Es más, la Isabel I ha comenzado a pasear su nombre fuera de nuestras fronteras.
En realidad no estaban todos, pero sí una amplia representación. Más de 250 graduados, de los aproximadamente 500 de esta primera promoción, acudieron prestos a la cita, convocada en un Fórum Evolución vestido de gala y cuyo auditorio se llenó con más de 1.400 personas. Todos ellos para participar de un día de ‘fiesta’ para los alumnos y la propia institución académica, que en apenas cuatro años ha alcanzado «hitos que nadie imaginaba». Así al menos lo considera Alberto Gómez Barahona, rector de la Universidad, encargado de cerrar el acto, quien puso en valor el camino andado.
Ahora, la Universidad Isabel I cuenta con una oferta educativa formada por 11 grados y 6 másteres. Una oferta académica que hasta el momento han testado alrededor de 16.000 alumnos de toda España y del extranjero. De hecho, el 90% del alumnado de la Isabel I es de fuera de Castilla y León; lo que la convierte en la universidad con mayor capacidad de atracción de las de la comunidad. Y va más. Así, la institución está comenzando un proceso de «expansión internacional» derivado de la alta demanda que está encontrando en países como México o Colombia. A ello ha ayudado, sin duda, los magníficos ratios que presenta en muchos ámbitos. Por ejemplo, la tasa de abandono se sitúa por debajo del 16%, mientras que la media de las universidades a distancia españolas está al 40% y en la universidad presencial es del 22%. Además, el grado de satisfacción de los alumnos es de 4,2 sobre 5 y se ha comenzado a profundizar en el ámbito de la investigación, con más de 200 publicaciones científicas y 10 grupos de investigación ya consolidados. Cifras todas ellas que certifican por sí mismas que «el proyecto era tremendamente serio», según Gómez Barahona.
Y todo ello derivado de una apuesta tan arriesgada como, en cierto sentido, necesaria, vista la imparable implantación de las nuevas tecnologías de la comunicación. «La sociedad es tecnológica y digital, y la universidad también lo es». Esto es, que el proyecto educativo nació a medida de la realidad social.
En este sentido, el padrino de la graduación y presidente del Consejo Científico Asesor de la Isabel I, Francisco Javier Martín del Burgo, quiso resaltar el «sobresaliente mérito empresarial» de la Isabel I, que ahora mismo ocupa el puesto 546 entre las mayores empresas de Castilla y León. Fue él quien insistió en que «ara ser competitivos hay que ser competentes», y la institución académica está intentando formar a alumnos competentes, apostando por «ejercer la razón y no la memoria», según destacó Jesús Arcos García, portavoz de los graduados en el acto.
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