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En pequeños pueblos de Castilla y León están en marcha, de la mano de los grupos de acción local (GAL), 1.800 proyectos de emprendedores que, subvencionados con una primera asignación de fondos europeos de 52 millones de euros, generan una inversión privada de ... 91,8 millones de euros, según los datos avanzados por Promoción Rural Integral de Castilla y León (Princal), la organización que aglutina a 36 de los 44 grupos de acción local de la comunidad.
El coordinador de Princal, Víctor Jolín, señaló que ya se ha cumplido una de las condiciones para que los grupos se aseguren una segunda asignación de 52 millones de euros para el próximo año y medio, al haberse comprometido el 80,28% del gasto público, pues 41,7 millones de euros ya están asignados a proyectos concretos. La segunda condición que el conjunto de los grupos tienen que cumplir para garantizarse los fondos es que, a 31 de diciembre, tienen que estar certificados el 50% de los proyectos. De momento, se ha alcanzado el 32,10%, con una ejecución (pagados y desarrollados) de 16,6 millones de euros.
La valoración del grado de ejecución de los proyectos por parte de los grupos es positiva: «Creemos que en diciembre habremos alcanzado e incluso superado el porcentaje del 50%, llegando al 60%, con lo que estamos en disposición de garantizar la próxima asignación. Esto significa que el Leader está funcionando, a pesar de que el mundo rural en Castilla y León es muy complicado», indicó Jolín.
El proyecto para la construcción de una quesería artesana en Merindad de Valdivielso (Burgos), indica Gustavo Pérez, va «bastante avanzado». La estructura de la fábrica estará concluida en un par de semanas y luego llegará la fase de proveedores (electricistas, fontaneros, pavimentos, climatización...), así que la intención es que las obras estén rematadas a principios de 2019, para que la producción quesera tradicional arranque en los primeros meses del próximo año. Así lo explicó uno de los cinco emprendedores que conforman la empresa El Calurque, impulsora de este proyecto, que cuenta con ayuda de fondos europeos gestionados a través del Ceder Merindades. Una vez concluyan los trabajos, y con el fin de obra ya dado, el grupo de acción local les aportará la subvención comprometida, unos 23.300 euros, que servirán para impulsar la producción. Sin embargo, Pérez reconoce que «se agradecería tener liquidación para arrancar las obras, pues el esfuerzo fuerte es inicial».
Matiza que «no es una crítica al Ceder Merindades, pero lo que se necesita para empezar es una idea, pero también dinero», y esa primera inversión corre a cargo únicamente de la empresa. Sí critica la maraña burocrática a la que se enfrenta cualquier emprendedor. En el caso de El Carlunque, el proyecto lleva un par de años de retraso pues, cuando ya estaban comenzando las obras, el Ministerio de Fomento las paralizó porque la parcela está a un metro de la N-232. Fue «brutal el tiempo de espera, sin entender muy bien por qué y sin prisas», recuerda Pérez, quien tilda la experiencia de «un poco decepcionante», pues sabían que Fomento les iba a dar la autorización pero «hasta que no se plantaron y dieron un golpe en la mesa no lo consiguieron». Al final, «el buen o el mal funcionamiento de la administración es el que hace que las cosas fluyan o no fluyan», apunta Pérez. Ahora ya han pasado el trago y están «muy ilusionados» y, en un par de meses, comenzarán a afianzar contactos comerciales para vender sus productos en Burgos, pero también en Bilbao, «un mercado próximo e interesante».
Esta valoración coincide con la de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, encargada de otorgar las subvenciones propuestas, supervisar, validar y comprobar los proyectos. Fuentes del departamento que dirige Milagros Marcos indicaron que los grupos de acción local «están alcanzando un nivel satisfactorio, tanto desde el punto de vista de los expedientes tramitados como del de los fondos comprometidos para la financiación de proyectos que ya están en ejecución, con especial incidencia en los proyectos productivos, muchos de ellos agroalimentarios, todos generadores de actividad económica y empleo directo en el medio rural».
En este sentido, corroboraron que «el volumen de proyectos en marcha indica que, con toda seguridad, la gran mayoría de los 44 grupos, a final de año, habrán cumplido los requisitos para poder optar a la segunda asignación de fondos. A fecha de hoy, algunos grupos ya han sido beneficiarios de la segunda asignación y otros lo serán en los próximos días, y cabe esperar que de aquí hasta final de año el resto de grupos vayan solicitando la segunda asignación a medida que vayan cumpliendo los requisitos establecidos en la Orden de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León».
Madrid, Navarra, Ibiza... Y Hoyuelos (Segovia), con 29 habitantes «permanentes», si se cuenta ella misma. «Más de la mitad de ellos son mayores de 70 años», precisa sobre sus vecinos. La arquitecta Jimena Ayerra y su pareja decidieron un día que era interesante rehabilitar la antigua casona familiar ubicada en el pueblo segoviano con fines turísticos y empezaron a proyectarlo en 2003. Inauguraron Palacio de Hoyuelos tres años más tarde y lo que se pensó como negocio se ha convertido en su hogar y el de su familia numerosa. «El azar nos trajo aquí, porque nunca planeamos que se convertiría en nuestra propia casa», explica. «Quería rescatar un patrimonio familiar que se hundía y nos pareció que merecía la pena. En este proceso, poco a poco, nos fuimos metiendo en la vida del pueblo y somos felices aquí». Defiende la vida que han escogido y las oportunidades que este cambio les ha proporcionado, tanto en el desempeño de su profesión como respecto de los servicios de que se disponen en su pueblo.
«Tenemos médico y enfermera, productos frescos que llegan en furgoneta hasta nuestra tienda y a diez minutos, tiendas, farmacia, notario...», señala Jimena Ayerra, y aprovecha para elogiar el sistema escolar «y el equipo humano del colegio». Aunque es consciente de que su caso es excepcional, anima a la gente a probar la experiencia. «Somos intensamente felices con nuestra vida rural», sostiene.
Para este periodo, el matiz del Leader está en que el 80% de la financiación tiene que estar destinada a proyectos productivos, que tienen un fin económico y generan puestos de trabajo, como empresas de turismo y hostelería o comercios, y el 20% es para proyectos no productivos, como la valorización del patrimonio, liderados por ayuntamientos o asociaciones.
Uno de los seis grupos que ya ha logrado pasar a la segunda fase y acaba de convocar las ayudas, que pueden solicitarse hasta el 20 de diciembre, es la Asociación Proyecto Noreste de Soria (Proynerso), que está integrada en Red Rural. Actúa en un territorio de 3.009 kilómetros cuadrados, 77 municipios y 14.149 habitantes. Una zona especialmente golpeada por la despoblación. La gerente, Ana Ruiz, explica que, de los 30 proyectos aprobados en la primera fase, 12 de ellos fueron no productivos, como la rehabilitación de dos ermitas, y el resto, productivos y relacionados con la agroalimentación.
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