Garcibuey: del Auto de Navidad a la matanza popular

Muchas eran las tradiciones con las que contaba Garcibuey, algunas de ellas perdidas en los últimos años, aunque con algunos intentos de recuperarlas pero sin cuajar. Una de ellas, y que era muy 'mentada' en la comarca, como recuerdan los más mayores, era la representación del Auto de Navidad, un nacimiento viviente que tenía su propio texto teatral, y que en 2005 volvió a representarse en un intento casi desesperado de que no quedara en el olvido; pero la falta de habitantes en el día a día del municipio que pudieran ensayar dio al traste con esa ilusión.

Otra de las fiestas perdidas hace escasos tres años es la celebración de las Candelas, a la que había una gran devoción y en la que se subastaban los bollos maimones a la puerta de la ermita del Humilladero.

El descenso del número de vecinos y sobre todo la falta de gente joven que tomara el relevo también ha acabado con otras celebraciones de antaño como la Purísima Concepción, San Antón o Santa Águeda, en las que no faltaban el cántico de la alborada en la noche de la víspera de cada fiesta, que contaba con letras propias del pueblo que se repetían año tras año, algunas de las cuales ya sólo recuerdan las personas más mayores del municipio.

En el lado contrario se encuentra la recuperación de la celebración de la festividad de San Andrés, el 30 de noviembre, patrón del municipio y fiesta local de invierno. Una jornada en la que la Asociación de Mayores de dicho nombre celebra a su patrón, algo que no ha dejado de hacer en ningún momento.

Las de San Andrés, junto a las fiestas patronales en honor del Santo Cristo en septiembre, son las celebraciones principales del municipio, siendo éstas últimas las que cuentan con una gran participación de gente, sobre todo de hijos del pueblo que residen en otras localidades y que en esas fechas vuelven a Garcibuey. En ellas tiene un papel destacado el grupo folclórico local, formado por niñas y jóvenes del pueblo que se resisten a dejar perder una tradición tan arraigada y que cada año recibe el aplauso del público.

Pero si sólo dos tradiciones han permanecido intactas al paso de los años, hay que señalar que con los nuevos tiempos han surgido otras nuevas con fuerza, que atraen a numeroso público, como por ejemplo la matanza tradicional, una costumbre familiar que se ha convertido en una fiesta popular con gran éxito.

La calbochada, en la festividad de Todos los Santos con un toque anglosajón porque se ha unido a la celebración de Halloween, también ha llegado con fuerza para quedarse.

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