Fomento se guarda en el cajón siete de cada diez euros del AVE presupuestados a Castilla y León

Asimismo, Castilla y León acaparó el mayor volumen inversor, por delante de Galicia (230,3 millones) y Comunidad Valenciana (153 millones), de esta empresa pública que se encarga de las actuaciones del AVE, pese a guardarse en sus arcas, 575 millones previstos en la Comunidad, según los datos consultados por Ical sobre la liquidación de la ejecución presupuestaria del año pasado, que elabora la Intervención General del Estado.

El gestor de infraestructuras ferroviarias cumplió su presupuesto de forma similar al resto de empresas públicas y fundaciones del Estado, que de media también ejecutaron un 32,2 por ciento en la Comunidad. No obstante, Adif, la otra sociedad ‘gemela’, que se encarga de las vías convencionales, sacó adelante proyectos por importe de 39,87 millones, lo que supuso el 87,5 por ciento de lo previsto. En el lado opuesto, la operadora Renfe ejecutó un 2,4 por ciento, con 621.210 euros, frente a los 25,58 millones presupuestados.

Igualmente, la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente del Grupo Fomento y que en Castilla y León también lleva a cabo obra ferroviaria y viaria, gastó solo 32 millones, un 28,8 por ciento de los 111 millones con que se dotó su presupuesto. Sin embargo, las obligaciones reconocidas en su conjunto por el Ministerio de Fomento superaron las previsiones, con 271 millones, frente a los 246 estimados inicialmente.

De esta forma, a la inversión real que llegó a Castilla y León le pasó factura el año de inestabilidad política, puesto que solo se ejecutó un 29 por ciento, frente al 56,03 por ciento de 2015. El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy, que revalidó la Presidencia a finales de octubre, no logró cumplir con lo establecido en el Presupuesto General del Estado de 2016, que se había aprobado en el verano de 2015, para evitar que la convocatoria de elecciones generales dejara al país sin cuentas.

Ahora, el Ministerio de Hacienda y Función Pública confirma que las obligaciones de pago reconocidas, es decir, la inversión real en materia de alta velocidad fue del 30 por ciento, respecto a las cantidades consignadas en los presupuestos, con más de 1.106 millones, frente a los 3.686 millones. Todo ello complicó los avances del AVE en varias comunidades, como en Castilla y León, donde no se finalizaron los trabajos del tramo Venta de Baños-Burgos, la Variante de Pajares o la línea de Zamora a Sanabria.

Sin embargo, Adif Alta Velocidad cumplió sus previsiones inversoras e incluso las superó en la Comunidad de Madrid, con un desembolso de 44,12 millones, frente a los 35,16 millones que había reservado en las cuentas. Le siguió Castilla-La Mancha, con un 61,8 por ciento; Cataluña, con un 40,4 por ciento y la Comunidad Valenciana, con un 34,1 por ciento. De esta forma, la ejecución del 29 por ciento de Castilla y León fue la quinta más elevada.

A la cola se situaron Cantabria (2,2 por ciento), Aragón (11,4 por ciento) y Asturias (18 por ciento). En el balance territorial de la Intervención General del Estado figuran a continuación Andalucía (21,4 por ciento), Murcia (22,4 por ciento), Extremadura (26,6 por ciento), País Vasco (28,6 por ciento) y Galicia (28,7 por ciento). No obstante, la partida sin distribuir por autonomías creció exponencialmente, desde los 2,41 millones previstos a los 33,48 millones.

Volumen

Cinco comunidades absorbieron tres cuartos de la inversión en alta velocidad ferroviaria del país. En primer lugar figura Castilla y León, con 235,4 millones, seguida de Galicia (230,3 millones), Comunidad Valenciana (153 millones), Cataluña (101,8 millones) y Andalucía (97,47 millones).

En la Comunidad, Adif Alta Velocidad dedicó los fondos para dotar de elementos ferroviarios a la línea entre Zamora y Pedralba de la Pradería, unos 129 kilómetros, que deberían haber estado finalizados a finales de 2016 y que no se abrirán hasta 2018. También llegaron fondos a los trabajos entre el ‘triángulo’ de Venta de Baños y la estación Rosa de Lima de Burgos, que supondrá un desembolso total de 745 millones y de los que ya se han ejecutado 623, de forma que finalizarán en un año.

Además, el administrador ferroviario continuó con los trabajos en la Variante de Pajares para estabilizar la ladera de Campomanes. A partir de ahora, la empresa plantea instalar la vía en ancho internacional en los dos tubos para abrir este paso subterráneo en 2020. También, prevé licitar el próximo año la instalación del tercer carril entre León y La Robla, para que la obra esté terminada en 2019.