Escuelas Católicas reclama «mayor» coordinación entre Gobierno y las comunidades

Roldán, quien estuvo presente en el comienzo «extraordinario» del curso del Colegio Corazonistas de Valladolid, pidió, además, a la Junta una mayor agilidad en la dotación económica adicional comprometida para poner en marcha muchas de las medidas sanitarias aprobadas y una mayor flexibilidad de la administración para implantar las acciones ajenas al proceso de enseñanza habitual. Reconoció que la Junta ya ha cubierto la línea para la contratación de 200 nuevos profesores para atender los desdobles de un número similar de aulas, pero aún falta por que llegue la subvención directa para que los centros puedan financiar los gastos sanitarios. «Existe el compromiso firme de la Consejería de Educación en hacer frente a ese desembolso, después de la multitud de llamadas telefónicas y videoconferencias que hemos mantenido durante el verano por que ha sido nuestra caballo de batalla», manifestó el responsable autonómico de Escuelas Católicas.

Recordó que Escuelas Católicas siempre ha defendido que los estudiantes de ambas redes (pública y concertada) deben disponer de igualdad de oportunidades y derechos y cubrir, de forma especial, las necesidades de los más vulnerables. «Sería injusto que la administración no atendiera, por igual las necesidades de ambas redes, por lo que agradecemos el compromiso de la Junta a la hora de prestar un mayor apoyo de la financiación y compromiso de subvención para los centros por temas sanitarios», sentenció.

Se refirió a los importantes gastos a los que han tenido que afrontar los centros para cumplir con la nueva organización del centro con señalítica y cartelería explicativa, la compra de geles hidroalcohólicos y mascarillas así como los equipos de protección desechables, sin olvidar el refuerzo del servicio de limpieza y los tests serológicos voluntarios al personal de los colegios. También citó la planificación de entradas y salidas de alumnos y el sentido de circulación dentro de las instalaciones, la modificación de los horarios para tener mejor número de niños congregados, la rebaja de la ratio de alumnos, las medidas adoptadas para cumplir con la distancia de seguridad y el nombramiento de un responsable Covid en cada centro.

Los 179 centros concertados de la Comunidad contarán el curso 2020-2021 con 99.887 alumnos, lo que supone un incremento del 0,15 por ciento con respecto al anterior. Un dato que, a juicio de Leandro Roldán, viene a demostrar la confianza que miles de familias de la Comunidad depositan en la educación que ofrecen los 175 centros de la educación concertada. En este sentido, aseguró que se trata de una enseñanza de «calidad», «complementaria» y «necesaria».

Escuelas Católicas apuesta por la presencialidad y con la «máxima» normalidad posible en el inicio del curso escolar y continuar así mientras lo permita la evolución de la pandemia. «La presencialidad es necesaria e indispensable al ser la fórmula más justa y equitativa con el alumnado. La educación es mucho más que una clase 'on line', un vídeo explicativo o unas tareas sin supervisión docente. La enseñanza presencial es más rica en matices educativas, tanto a nivel curricular de adquisición de conocimientos y conocimientos sino, sobre todo, de convivencia», consideró Roldán.

En todo caso, recordó que la concertada en la Comunidad ya demostró «estar a la altura» durante el confinamiento del curso pasado con la enseñanza 'on line', gracias a la labor de sus docentes, con profesores que atendieron de forma adecuada a sus alumnos, sus necesidades formativas, y llevando a cabo un seguimiento y prestando apoyo psicológico y cristiano en los casos donde hubo fallecimientos de familiares por el COVID-19. Un trabajo que, precisó, se ha reforzado durante los meses de verano por parte de los centros que, ante un posible cierre de las grupos, han mejorado las aulas virtuales, las posibilidades de formación telemática y la competencia tecnológica de los docentes.

Es por ello que Leandro Roldán lanzó un mensaje «alentador» para tranquilizar a las familias y comenzar el curso con la mayor serenidad. «Ante esta pandemia y sus consecuencias sociales, corremos el riesgo de perder la esperanza. Son tiempos de incertidumbre y angustia, por lo que es fundamental mantener la esperanza», manifestó. Además, aseguró que la educación y la seguridad de los alumnos han sido y serán la prioridad máxima de los centros concertados.

También hizo un llamamiento a la responsabilidad de toda la sociedad para minimizar los riesgos de contagio y, en concreto, de las familias de los alumnos de edades mayores. «Cumplimos con todo lo marcado en los protocolos y hacemos todo lo que está en nuestras manos para asegurar un espacio seguro de enseñanza pero todos debemos poner de nuestra parte, sobre todo cuando estamos fuera de los colegios», manifestó.