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«La pena es que la primera vez se escaparon por segundos antes de que llegaran las patrullas y en esta ocasión tampoco han podido cogerlos a tiempo», lamentaban ayer los propietarios del bar Gran Sol, un clásico de la hostelería situado en los soportales ... de la plaza de las Batallas, en la esquina con la calle Covadonga, que en la madrugada de ayer sumó su segundo asalto en una semana (exacta).
Lo singular de los robos es que los autores destrozaron la misma luna del local y utilizaron «una piedra de grandes dimensiones metida en un saco». Quizás para intentar «hacer menos ruido».
El caso es que el jueves de la semana pasada, a las cuatro de la madrugada, los porrazos sacaron de la cama a un vecino, que observó cómo dos delincuentes entraban al local, en el que había saltado la alarma, «destrozaban las dos tragaperras y huían con 800 euros». Avisó, pero las patrullas no pudieron llegar a tiempo «por segundos».
La escena se repitió ayer, esta vez a las 2:25 horas, cuando saltó de nuevo la alarma. Esta vez fueron las cámaras las que grabaron a un solo delincuente que, después de romper de nuevo la luna a pedradas, entraba para forzar, otra vez, las dos tragaperras.
«Supongo que se habrán llevado una cantidad similar, aunque aún no han realizado el arqueo para saberlo», aclararon las víctimas antes de anunciar su intención de «reforzar las medidas de seguridad» del establecimiento para intentar evitar una tercera visita de los ladrones.
En esta última ocasión, al igual que el jueves anterior, los agentes tampoco pudieron llegar a tiempo de evitar la huida del autor del asalto. «Normalmente vaciamos las máquinas y las dejamos abiertas, pero nos han pillado en los pocos días que no lo hicimos», concluyeron.
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