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Castilla y León ha vivido este año 2021 hechos políticos inéditos en su historia autonómica que arrancó en 1983. La primera moción de censura presentada por el PSOE, que se cerró con la pérdida de la mayoría absoluta de los socios del gobierno de coalición. ... La convocatoria de elecciones, después de unos meses en los que sobrevoló la posibilidad de un adelantó de los comicios. El año se cierra con la llamada a las urnas para el 13 de febrero.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, negó en todas sus declaraciones públicas un adelanto electoral y sus socios de Ciudadanos confiaron en su palabra. Sin embargo, el pasado lunes, por sorpresa, informó a través de un tuit del cese de los cuatro consejeros liberales y de la convocatoria de elecciones. Posteriormente, sin preguntas, informó en una comparecencia de prensa.
Fernández Mañueco esgrimió dos razones: la deslealtad de Ciudadanos por negociar a sus espaldas el presupuesto con Por Ávila y la posibilidad cierta de una segunda moción de censura socialista en marzo. Sin mayoría absoluta, el Ejecutivo necesitaba de un voto para aprobar las cuentas y dirigió su mirada a la formación abulense. La negociación se truncó al estimar el PP «exageradas» sus propuestas. El pleno de presupuestos, que tenía asignada fecha, se anuló por la cita electoral.
Tanto Igea como el resto de cargos de Ciudadanos han negado de manera tajante que hayan negociado las cuentas con Por Ávila e incluso con el PSOE, que avanzó el voto a favor de las enmiendas de la formación abulense. De la misma manera se han manifestado en las filas socialistas, que rechazaron tanto una alianza para aprobar las cuentas como la presentación de una moción de censura.
El 22 de marzo el hemiciclo de las Cortes de Castilla y León celebró el debate de la moción de censura. Luis Tudanca presentó su alternativa decente para la Comunidad. Solo recibió sus votos y los dos de Podemos, mientras que todos los miembros del Mixto se abstuvieron, excepto Vox que unió su «no» al de PP y Cs. «Ha ganado Castilla y León y ha perdido Pedro Sánchez», sentenció el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
El socialista Luis Tudanca no logró su objetivo de acceder a la Presidencia de la Junta, pero sí romper la disciplina de voto en el bloque PP-Cs. La entonces procuradora naranja María Montero dejó su grupo. Desde ese momento, los 'populares' temieron un segundo intento socialista para apearles del poder y la convocatoria electoral se coló en el debate político.
La moción de censura del PSOE en Murcia y la convocatoria electoral en Madrid precipitaron su presentación también en Castilla y León. El equipo de Tudanca la tenía en su agenda, pero más adelante. Fueron días de nervios en las filas políticas, sobre todo, del PP, que dudaba de la posición de los procuradores de Ciudadanos, que públicamente se conjuraron en un acto en las Cortes, en el que estaba María Montero.
Tres días antes de su debate en las Cortes, se conoció la marcha de Montero, ahora procuradora no adscrita, calificada de tránsfuga por el PP y Cs. El nerviosismo y el miedo a que más parlamentarios naranjas dieran el paso mantuvo la tensión hasta el inicio del pleno del lunes, día 22 de marzo.
Luis Tudanca, ganador de las últimas elecciones, se mantiene en la oposición. Alfonso Fernández Mañueco (PP) sigue al frente del Gobierno de la Comunidad. Sin embargo, la pérdida de la mayoría absoluta se ha visualizado en cada pleno de las Cortes y varias iniciativas socialistas se aprobaron en los últimos meses, entre ellas la apertura de los consultorios locales o implementar las ayudas del Gobierno a los sectores más afectados por la pandemia.
Partido Popular y Ciudadanos buscaron como socio preferente a Por Ávila, con un procurador en las Cortes. Abrieron una negociación para un pacto estable de legislatura, que no fructificó, como tampoco lo hizo el respaldo puntual a los presupuestos, punta de lanza, para Fernández Mañueco, para llamar a las urnas a los castellanos y leoneses.
El presidente y el entonces vicepresidente de la Junta comparecieron en julio para hacer un balance en el ecuador de la legislatura, destacaron que han cumplido el 88 por ciento de sus compromiso de Gobierno, valoraron la gestión conjunta y restaron importancia a la perdida de la mayoría absoluta.
La protesta sanitaria creciente en la Comunidad, la pérdida de la mayoría absoluta de los socios, la debilidad de Ciudadanos y la subida del PP en los sondeos han azuzado el debate del ya convocado adelanto electoral. En sus declaraciones públicas, Fernández Mañueco siempre ha reiterado que sus objetivos eran la recuperación económica y social y terminar la legislatura. Francisco Igea afirmó, en su última rueda de prensa del Consejo de Gobierno, que no estaba «en eso» y que se fiaba de la palabra del presidente.
Así, la moción de censura no prosperó pero ahondó la brecha en las relaciones del PSCyL con PP y Cs, que están rotas. El hemiciclo de las Cortes ha vivido en los últimos meses plenos de descalificaciones, hasta entrar en lo personal -como cuando la ya exconsejera de Empleo e Industria, Carlota Amigo, aludió a la vida personal de María Montero-, y de tensión. Su presidente, Luis Fuentes ha llamado al orden a los procuradores en numerosas ocasiones e incluso expulsó a la vicepresidenta segunda, Ana Sánchez.
Otro efecto de la pérdida de la mayoría absoluta se reflejó en las comisiones de investigación. Ciudadanos presidía las tres, pero el PSCyL se hizo con dos de ellas, autorización de parques eólicos y plan de medios de la Junta, solo la de fondos Miner permaneció con la misma presidencia. Además, se crearon las de covid residencias e incendio de Navalacruz. Todas ellas decaen con el adelanto electoral.
El PSOE de Castilla y León cierra el año con la renovación orgánica autonómica y provincial. Tudanca se presentó en el congreso, celebrado en Burgos, con un partido unido en torno a su liderazgo, que recibió el 96,7 de los votos. Continuidad en la ejecutiva en los puestos clave, donde se mantienen Virginia Barcones y Ana Sánchez y se reconoce el peso de León con el nombramiento de Eduardo Morán como presidente.
Óscar Puente, alcalde de Valladolid, decidió dar el salto a la Secretaria General del partido en la provincia vallisoletana. El salmantino Fernando Pablos cumplió sus mandatos y le sustituye David Serrada. El resto se mantiene: Jesús Caro (Ávila), Esther Peña (Burgos), Javier Alfonso Cendón (León), Mirian Andrés (Palencia), José Luis Aceves (Segovia), Luis Rey (Soria) y Antidio Fagúndez (Zamora).
En el Partido Popular se han celebrado ocho de los nueve congresos provinciales. Solo falta del de Salamanca, la provincia de Fernández Mañueco, donde existe una división entre el sector oficial, con el actual presidente, Javier Iglesias, y el sector que quiere una renovación, al que los oficialistas llaman los «desleales».
Los cambios provinciales han afectado a Burgos (Borja Suárez), León (Javier Santiago Vélez), la única con primarias; Soria (Benito Serrano); Valladolid (Conrado Íscar). Reeditaron el cargo Carlos García (Ávila); Ángeles Armisén (Palencia); Paloma Sanz (Segovia); José María Barrios (Zamora).
El cónclave autonómico se deja para enero. Será los días 15 y 16 en la ciudad de León. Alfonso Fernández Mañueco, que aseguró tener ilusión, apoyos y motivación, revalidará su liderazgo. En la presentación de su candidatura, pidió a los suyos unidad y que «se pongan las pilas» en un proyecto en el que «caben todos».
El presidente de la Junta ofrece lealtad al Gobierno de Pedro Sánchez, aunque la relación de este año ha estado marcada por desencuentros, vaivenes y diferencias. Así, ocurrió con medidas adoptadas por el Ejecutivo central para contener la pandemia. El adelanto del toque de queda por la Junta fue recurrido y tumbado por el Supremo.
Fernández Mañueco se presenta como «un escudo» contra las políticas de Pedro Sánchez al que acusa de tomar decisiones que perjudican a la Comunidad. El último enfrentamiento ha sido la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de no reabrir la estación de esquí de Navacerrada, cuyo contrato ha cumplido la empresa.
El presidente de la Junta decidió apretar el botón electoral en las vísperas navideñas y las Cortes están disueltas. Menos de dos meses restan para ir a las urnas. Todos los partidos dicen estar preparados. Castilla y León cierra un año plagado de hechos inéditos hasta ahora.
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