Carriedo defiende que la Junta cumple «estrictamente» los procedimientos de contratación

Sin embargo, la procuradora socialista Alicia Palomo afirmó que la contratación pública en esta tierra «es una indecencia» y cargó contra el presidente de la Junta por lo contratos millonarios para hacer test de antígenos a empresas vinculadas a ex cargos del PP una vez disueltas las Cortes y convocadas las elecciones. «A río revuelto ganancia de pescadores, es indecente, los trajes a medida de Mañueco y el PP», dijo.

Carriedo replicó a la socialista que la Junta por lo menos no tiene ningún miembro como los de Podemos en el Gobierno, que acusan a sus propios compañeros del PSOE de otorgar contratos a dedo por 37 millones por la cumbre de la OTAN.

Carlos Fernández Carriedo insistió en que toda la contratación de la Junta está en el perfil del contratante y está disponible para todos los ciudadanos, a través programa Duero, «de los más eficaces en la materia» y que opera al mismo tiempo con el sistema del Mimisterio de Hacienda, al igual que ocurre con la sanidad, con el Saturno.

Sin embargo, Palomo lamentó que en la Junta «ni transparencia ni pizca de decencia», porque con las Cortes disueltas, se destinaron seis millones a tres empresas de ex altos cargos del PP, para hacer test de antígenos de COVID, que «se pod´ñian haber destinado a contratar a 1.200 profesionales de enfermería». «El presidente más indolente de la historia uso procedimientos de urgencia para beneficiar a sus amigos», dijo.

La socialista arremetió contra dos contratos millonarios a Ambuibérica y a Diorama Guijuelo, de ex alcaldes del PP, que hasta octubre de 2020 vendían jamones y con la pandemia se convirtió en comercializadora de test de antígenos, y logró 2,5 millones para hacer PCR por procedimiento de urgencia, pagando la Junta tres veces más por cada prueba y sin persona acreditado, dijo.

«Es dinero de todos y deben rendir cuentas», dijo, para apelar a liminar estos procedimientos, y los «chiringuitos» del PP, que utiliza las instituciones como su cortijo. Por último, se preguntó a ver si el presidente ha respetado el código ético de altos cargos, que no admite que reciban regalos.