Carlos Galdón asegura que siempre ha actuado «de forma honesta» y declina declarar por su imputación en la Comisión de las Eólicas

«Para preservar mi derecho de defensa ante los tribunales, ejerceré mi derecho constitucional a guardar silencio. Me gustaría poder explicarles todo lo que pasó, porque soy completamente inocente, pero tengo que hacerlo ante un tribunal de justicia», reiteró, después de mostrar su respeto por el trabajo de los procuradores.

Galdón, que llegó tarde por un error del taxista que pretendía trasladarle al Castillo de Fuensaldaña, admitió que las preguntas efectuados por los distintos portavoces de los grupos parlamentarios son «claves» para entender lo que sucedió, pero siempre ratificando que no se pronunciaría al respecto.

El compareciente explicó que Salamanca albergó la primera planta de un megavatio del mundo, levantada por su fábrica, antes de que «se hicieran otras mucho más grandes». Además, recordó que gracias a su intercesión, la farmacéutica Glaxo se instaló en Aranda de Duero, «cuando solo se ubicaban en Madrid o Barcelona». «Estoy bastante comprometido con esta tierra», sentenció.

La comisión, que analiza el supuesto beneficio económico y de la agilización de parques eólicos mediante el pago de comisiones, continúa esta tarde con las comparecencias de otros dos empresarios, Ricardo Brava y Patricio Llorente, también imputados en las diligencias previas.