Secciones
Servicios
Destacamos
ICAL
Valladolid
Viernes, 15 de mayo 2020, 15:49
Desde la declaración del estado de alarma, Cáritas ha acogido en toda Castilla y León a 433 personas sin hogar, a pesar de que la prohibición de los desplazamientos ha reducido significativamente el número de nuevos atendido. La institución ha tenido que habilitar espacios para ... que sus usuarios pudieran confinarse durante todo el día, y no solo pasar la noche a cubierto. En algunos casos, como Valladolid, Palencia y Burgos, eso ha supuesto trasladar a los residentes a espacios más amplios (los respectivos seminarios diocesanos), y en otros con aplicación de plazas de comedores, con mejores condiciones de seguridad para el mantenimiento de las distancias y el aislamiento en caso de contagio.
Antes de que se decretase el estado de alarma, las once Cáritas diocesanas de la región (Astorga, Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora) habían atendido a 1.733 personas sin hogar desde enero. Personas transeúntes, personas sin domicilio que pernoctaban algunas noches en centros, albergues, viviendas o pensiones, a las que se sumaban, en menor medida, aquellas que permanecían temporadas más largas, de semanas e incluso meses, en pisos tutelados u otros.
La adaptación a las nuevas circunstancias también ha afectado a las actividades cotidianas, enfocadas habitualmente a la realización de talleres ocupacionales, orientación para el empleo o desarrollo de habilidades sociales. Con un confinamiento de 24 horas diarias, cada Cáritas diocesana ha desarrollado sus propias alternativas. Se han propuesto un mayor número de actividades con las que ocupar el tiempo: deporte, charlas, proyecciones de cine o series, juegos de mesa, o aprendizaje musical.
El trabajo intensivo ha sido clave para poder comprobar palpablemente las mejorías en la salud de las personas atendidas. En un comunicado recogido por Ical apuntaron que la desescalada conlleva el reto de no detener los procesos de salida de la calle de no pocas personas con alternativas dignificadoras (pisos tutelados, residencias terapéuticas y de mayores, regreso a hogares familiares…).
En las viviendas tuteladas de Cáritas, como las viviendas de transición desde el sinhogarismo, familias vulnerables, mujeres embarazadas sin recursos o presos en permiso penitenciario, la atención se ha centrado en el seguimiento telefónico y la cobertura de necesidades básicas. En total, más de 15.000 intervenciones realizadas desde el comienzo del estado de alarma.
«La epidemia y la orden de confinamiento ha puesto una vez más de relieve la dura situación que viven las personas sin hogar; los problemas relacionados con la vivienda, incluso por encima de la falta de empleo, son los que provocan un impacto más duradero en las personas en riesgo de exclusión, tal y como alertaba el Informe sobre desarrollo social en Castilla y León publicado en 2019 por la Fundación Foessa», advirtieron. A nivel nacional, esta misma institución calcula que más de tres millones de personas residen en viviendas inseguras o inadecuadas, y más de 40.000 carecen de ella. Desde Cáritas en Castilla y León constatan que «el covid-19 ha agrandado otra vez la brecha entre quienes tienen un hogar y quienes carecen de él».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.