Cabezón celebra este fin de semana las dos últimas sesiones de su Belén Viviente

Con frío y niebla, los más de 120 actores, vecinos y colaboradores representaron las escenas de la Biblia en el Cerro de Altamira sin que la climatología afectara en el desarrollo del acto ni la afluencia de espectadores. Estas escenificaciones alcanzaron el año pasado el cuarenta aniversario con la mirada puesta ya en los cincuenta años.

En esta edición, se han incorporado herramientas antiguas y maquinaria, en algunos casos donados por vecinos y amigos que querían colaborar con el Belén. Este año, además, la mula y el buey son figuras encargadas a Juan Villa Herrero, autor de las figuras del Castillo Encantado de Trigueros del Valle y del programa Cuarto Milenio, entre otros trabajos. También se expone, como novedad, una beldadora o aventadora, donadas desde Galicia, además de un carro romano para el pregonero y un chozo de pastores en lo más alto de la escenificación.

Asimismo, la gran sorpresa esta vez y que está causando furor entre mayores y pequeños es una estrella fugaz que guía a los Reyes Magos desplazándose por un tensor desde el castillo de Herodes hasta el portal.

Como manda la tradición, y más necesarias que nunca en estos días de mucho frío, los asistentes pueden visitar detenidamente cada una de las escenas del Belén una vez concluye la representación, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en el año 2004, y degustar unas reconfortantes sopas de ajo.