Cuando la carretera se acaba al cambiar de provincia: Las brechas que separan a León de Asturias y de Castilla

Pero en una de estas aventuras, en la que Pedro partió desde Cabreros del Monte (Valladolid) para llegar a Villalpando (Zamora), la bici se fue parando conforme el leonés se acercaba al límite provincial.

Avistando el cartel que le daba la bienvenida a Zamora, la carretera cambiaba radicalmente de color unos metros más allá. De hecho, pasaba del negro al marrón. La VA-VP-5504 decía adiós en aquel límite para convertirse en un camino puro y duro.

La sorpresa no fue pequeña y obligó a Pedro a desviarse para poder llegar por un sendero mejor hasta la localidad zamorana, una anécdota que se quedaría solo en chascarrillo si no fuera porque no es el único caso en el noroeste del país.

Sea como fuere, en este caso se trata de carreteras de competencia provincial, donde es la Diputación la que arregla (o crea) la vía.

En los últimos días, las redes intercambiaban opiniones más o menos gruesas a cuenta de un hecho similar. En el Alto de la Farrapona, Asturias y León se unen... Pero no en lo que respecta a la carretera.

La carretera SD-1 del Principado de Asturias dice adiós en cuanto ve territorio leonés para convertirse en una pista forestal de firme irregular. Un asunto que ya llevó Compromís ante el Gobierno en 2017.

La «falta acuerdo» entre Asturias y León para asfaltar la carretera local que conecta el Ayuntamiento leonés de San Emiliano con la localidad asturiana de Saliencia, en el concejo asturiano de Somiedo, obliga a los visitantes a dar un importante rodeo por las carreteras AS-228 / LE-481 o por la AS-227 / LE-495 para acceder a un municipio u otro.

En aquella denuncia, Compromís entendía que el escaso presupuesto del municipio «compromete a la Diputación de León o en última instancia a la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras de Castilla y León, órgano dependiente de la Consejería de Fomento de dicha Comunidad».

Una brecha más entre León y la Región Leonesa con sus provincias limítrofes que obliga a poner sobre la mesa inversiones que, como poco, igualen al territorio con sus vecinos.