Los beneficios de las empresas de Castilla y León ya superan los de antes de la crisis

La estadística tributaria está basada en las cuentas de pérdidas y ganancias de las declaraciones anuales que presentan al fisco las sociedades no financieras con domicilio fiscal en Castilla y León. la AEAT tiene censadas 71.980. De ellas, 35.762 empresas, esto es, la mitad del total de las que presentaron cuentas el año pasado (49,6%) declararon un resultado contable, es decir una diferencia entre las ganancias y las pérdidas, igual o inferior a cero.

Por volumen de recaudación, el Impuesto sobre Sociedades se sitúa solo por detrás del IRPF y del IVA en los ingresos no financieros del Estado. En 2019, hasta septiembre, ha generado una recaudación de 343 millones en la comunidad, el 2% más que un año antes y el 12% del total ingresado por el organismo estatal.

Esos 2.167,52 millones de beneficio contable neto de las empresas castellanas y leonesas en 2017 mejoran el récord anterior –los 2.121,4 millones de 2006– gracias a que en esta ocasión han abonado a la Agencia Tributaria bastante menos que entonces. El año pasado tributaron 256 millones menos que los 954,6 millones pagados once años antes. Las cantidades cambian bastante de un ejercicio para otro por los ajustes en los devengos. Mientras en 2017 el impuesto supone el 25% del resultado contable, dos años antes, con 1.883 millones de beneficio bruto, lo tributado fue solo el 3,5%.

Este será el segundo año consecutivo en el que los ingresos totales de Hacienda superarán los de 2007. Sin embargo, según recuerdan los Técnicos de Hacienda (Gestha), «el Impuesto de Sociedades aún está muy lejos de sobrepasar los 44.823 millones de hace 12 años. De hecho, este tributo acumula aún un desplome del 44,2% desde 2007, de forma que los 19.819 millones que las empresas no ingresarán respecto a 2007 conforman la segunda 'grieta' más importante –tras la del fraude fiscal– por la que España pierde ingresos». Una pérdida de recaudación que tendrá unas consecuencias directas: limitará la financiación autonómica y local en los próximos ejercicios.

Las empresas sujetas a este impuesto facturan cerca del 90% de las ventas. La Agencia, no obstante, no permite conocer con detalle autonómico el nivel de tributación de las empresas según su tamaño. A escala nacional, la AEAT sí especifica que las compañías de más de 250 empleados pagaron el 7,7% de Impuesto de Sociedades sobre sus beneficios, frente al 18,3% de media que tributaron las de menos de 50 asalariados. En total, las empresas españolas pagaron a Hacienda de media el 10,7% de sus beneficios, un tipo efectivo muy inferior al tipo nominal del 25%, algo que se explica por la amplia lista de bonificaciones fiscales, que suman casi 3.500 millones de euros.

Las empresas de la región registraron en 2017 una cuota líquida positiva de 690,71 millones, que con respecto a los 2.229,59 millones de resultado contable arrojan un porcentaje del 30,9%. Esta cuota no equivale a lo efectivamente ingresado ni, así pues, al tipo efectivo ya que a ella hay que restarle las retenciones e ingresos a cuenta y pagos fraccionados y aplicarle las posibles correcciones por pérdidas de años anteriores o las deducciones por inversión en I+D para obtener el líquido a ingresar o devolver. Por ejemplo, en el ejercicio anterior, la cuota líquida positiva representó el 51,9% del resultado. Sí resulta llamativo que los ajustes realizados concluyeron en una cuota líquida que apenas creció el 1,6% con respecto a un año antes, ya que aquella fue de 679,71 millones dentro de un resultado contable de 1.308,11 millones.

Las declaraciones permiten conocer que las 71.980 empresas de Castilla y León que tributaron por Sociedades en 2017 –que son 810más que un año antes, el 1,1%– declararon una producción total de 64.801 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 5,7% con respecto al ejercicio anterior. En el conjunto de España, el incremento fue del 8,4%.

La producción registra su cuarto incremento anual consecutivo, pero todavía queda lejos el récord, alcanzado en 2007 con unas ventas totales de 72.428 millones.

Testigo de la buena salud financiera de las compañías de Castilla y León es el resultado bruto de explotación, también conocido como ebitda, que registró un incremento anual en 2017 del 15%, hasta los 5.193,5 millones. Este indicador hace referencia a las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones y revela la capacidad de las sociedades para generar beneficios considerando solo su actividad productiva. En otras palabras, informa de si el negocio 'puro y duro' es o no sólido. En el conjunto de España, su incremento fue del 8,1%.