El asesinato del leonés Roberto Fraile tiñe de negro el periodismo de la comunidad

La droga, procedente de Barranquilla (Colombia) y con destino el País Vasco, era camuflada mediante un complejo proceso químico en carbón vegetal, método inédito y muy difícil de detectar, dado que ni los perros adiestrados eran capaces de descubrir la cocaína oculta.

La explotación de la operación tuvo lugar en mayo en Medina del Campo (Valladolid), donde se realizaron tres detenciones, entre ellas la de un histórico narco vasco, y donde se decomisó la droga, que previamente había sido transportada hasta un puerto de Portugal y desde allí en un camión hasta una nave de la ciudad vallisoletana.

Por su parte, la 'crónica negra' tuvo su epicentro en Salamanca. A finales de abril fue asesinado en Burkina Faso el periodista afincado en Salamanca Roberto Fraile, junto con su compañero David Beriain, durante la grabación de un documental sobre el trabajo del ejército de este país contra los cazadores furtivos.

Fraile, de 47 años y con dos hijos, nació en Baracaldo pero creció en Valladolid y desarrolló su carrera profesional en Salamanca, donde trabajó para el canal local de Castilla y León Televisión. Como 'freelance', cubrió multitud de conflictos armados y en 2012 resultó herido en la explosión de un artefacto en la ciudad de Alepo, en Siria, donde se encontraba grabando el conflicto.

Semanas después, la misma suerte que Fraile corría la cooperante de Médicos sin Fronteras María Hernández, de 35 años y natural de Sanchotello (Salamanca), que falleció asesinada en Etiopía. Hernández inició su trabajo en la ONG en la República Centroafricana en 2015, y desde entonces había trabajado en Yemen, México y Nigeria.

El tercer suceso que conmocionó a los salmantinos fue el asesinato de un vecino de 51 años, que trabajaba como técnico de rayos en el hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, que fue tiroteado de madrugada en la la calle Juan de la Cierva, al lado del parque Garrido. En el ataque también resultó herida de gravedad su acompañante, una mujer de 53 años. Días después, y tras la detención del acusado de crimen, la Policía confirmaba que la motivación del ataque fue una discusión banal que mantuvo en una terraza de un local de hostelería cercano con las víctimas.

Violencia machista

La lacra de la violencia machista continuó dejando su sangrienta huella. El número de mujeres asesinadas en Castilla y León ascendió a tres. El primer crimen tuvo lugar en la localidad leonesa de Mansillas de las Mulas, cuando un joven de 28 años asesinó a su expareja, de 36 años. Después, el dolor se trasladó a la localidad salmantina de Doñinos, donde una mujer de 34 murió como consecuencia de las puñaladas asestadas por su pareja, un hombre de 69 años que se ahorcó tras cometer el crimen.

Una semana después de este suceso, hubo que lamentar la muerte de otra mujer, en este caso en Valladolid. La víctima, de 56 años, fue apuñalada por su pareja en el domicilio y falleció horas después en el Hospital Clínico como consecuencia de la heridas. Las mujeres asesinadas en Castilla y León desde 2003 asciende ya 55, según los datos actualizados del Sistema Viogen.

Por otra parte, el inició del año se tiñó de negro en la provincia de León. El día Año Nuevo dos operarios de una máquina quitanieves fallecían como consecuencia de un alud registrado en la vertiente asturiana del puerto de San Isidro. Aunque el primer cadáver fue localizado al día siguiente, el cuerpo sin vida de su compañero no pudo ser recuperado hasta casi un mes después, cuando apareció enterrado bajo un espesor de cinco metros de nieve.

Tráfico

Por otra parte, el drama de los accidentes de tráfico suma y sigue. Castilla y León contabilizaba hasta finales de diciembre 90 fallecidos, una cifra similar a años anteriores.

El accidente más dramático de este ejercicio ocurrió el 18 de enero cuando tres camioneros, un portugués, de 35 años, y dos españoles de 43 y 56 años, fallecieron al ser atropellados por un cuarto camionero en la A-6, en Tordesillas. El suceso se originó cuando el conductor de un tráiler que transportaba un camión de extinción de incendios detectó que se había originado un incendio en el eje trasero y detuvo su vehículo para intentar sofocarlo. Tras él, y con la intención de ayudarle a sofocar las llamas, detuvieron sus vehículos otros dos camioneros, y en esos momentos llegó un cuarto camión que arrolló a los tres conductores, que resultaron fallecidos en el acto.

Con tres fallecidos también se saldó otro accidente en la N-631, a la altura de Moreruela de Tábara (Zamora), al colisionar frontalmente una furgoneta y un turismo. Dos de las víctimas fallecieron en el acto, mientras que un herido falleció horas después en el hospital.

Otro grave siniestro tuvo lugar el 6 de junio en La Antigua (León) y en el mismo perdieron la vida dos personas y otras cinco resultaron heridas. El accidente se produjo por una colisión lateral en un cruce, en el punto kilométrico 17,2 de la carretera LE-411. Uno de los conductores implicados superaba la tasa máxima permitida.

Con un balance similar se saldó otro accidente en la CL-116 a la altura de Almazán (Soria) registrado el 1 de mayo. En el mismo fallecieron un hombre y una mujer, naturales de la provincia de Valladolid, y otros tres varones resultaron heridos graves. El siniestro se produjo al colisionar un turismo y una furgoneta. También con dos víctimas mortales se saldó el accidente del pasado 25 de junio en la A-6, a la altura de Folgoso de la Ribera, al producirse una colisión entre un camión y dos turismos.