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Cultivos de maíz secos en la localidad de Pollos en agosto de 2017. Silvia G.Rojo/El Norte
Los agricultores se encomiendan a las lluvias de estos días para decidir parte de su siembra

Los agricultores se encomiendan a las lluvias de estos días para decidir parte de su siembra

Dependiendo de la cantidad de agua con la que finalmente cuenten se decantarán por cultivos como maíz o girasol

S. G.

Miércoles, 4 de abril 2018, 12:22

 «Parece casi increíble». Esa es la expresión que utiliza José Luis Marcos, vicepresidente de Asaja en Palencia y de la comunidad de regantes Bajo Carrión, para referirse a cómo ha cambiado la situación de los embalses en tan solo un mes y, por lo tanto, la perspectiva de riego. «Nos han dicho que la dotación será de 4.000 metros cúbicos por hectárea pero a primeros de mayo nos volverá a citar la Confederación para ver si se puede dar un poco más de agua», comenta.

Esta situación de espera les mantiene a la «expectativa» y los agricultores apuran los plazos para sembrar unos u otros cultivos en función del agua con el que puedan contar. «La mayoría de la gente está concienciada con lo que hay y con lo que no. Remolacha por esta zona se siembra poca pero no por el agua sino porque dejó de ser un cultivo rentable y ahora mismo se han dejado muchas parcelas para ver si finalmente se siembran cultivos como girasol, maíz o alfalfa». Lógicamente, «cada uno hace sus cuentas» y no fueron pocos los que aprovecharon la sementera para sembrar en el regadío cereales como la cebada o el trigo. «En función de lo que pase a lo largo del mes de abril la gente decidirá, pero margen para sembrar tenemos hasta el 25 de abril como idóneo y si apuramos, hasta el cinco de mayo para poder asegurarnos más». En el caso concreto de esta zona palentina, si ya no lloviera más y la perspectiva es de que lo haga durante la Semana Santa, «el cereal puede aguantar sin regar hasta el 20 de abril por lo menos porque humedad no le falta y eso también es ganar tiempo».

Los datos oficiales dictaminan que los embalses de la cuenca del Duero se encuentran al 70,7% de capacidad, superando ya el 60,6% del año pasado y aproximándose al 73,3% de media de la última década. Con estos números, el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Alfredo González, habla de una campaña “normal” en todo el sistema, apareciendo la excepción en el Pisuerga-Bajo Duero donde la realidad sería de “sequía”.

Es verdad que el contexto no es el mismo que hace un año porque parece que seguirá lloviendo y queda nieve en las montañas lo que permitirá la entrada de agua durante el mes de abril y que la situación sea «susceptible de mejorar». Eso son buenas noticias e invita a pensar en la posibilidad de que se revisen las dotaciones pero desde la Confederación llaman a la cautela: «La dotación actual es con la que tienen que contar, en el caso del Pisuerga con esos 3.000 metros cúbicos porque nos la podemos jugar y que luego no salga la previsión».

Pero por centrar todavía un poco más el problema, hay que enfocar el punto de mira en ese Bajo Duero que comienza en Simancas-Geria y que llega hasta Zamora. En el caso de Tordesillas, el presidente del canal, Miguel Ángel Peláez, asegura que «hoy, la perspectiva es mala» si se tiene en cuenta que de las 2.000 hectáreas que riegan, el 80% ya están sembradas de cereal. «Se han dejado prácticamente cuatro para sembrar patatas» a pesar de que reconoce que «la situación es mejor que el año pasado pero no se podía esperar, los embalses han cogido agua ahora y la gente cuando llegó febrero se lanzó a la cebada y al trigo». La segunda parte de la lectura viene vía modernización, «con los precios de la cebada da malamente para pagar la modernización y la renta, no da para más».

El mismo panorama se les presenta a los regantes de Toro. El presidente del canal, Pedro Pablo Ballesteros, indica que de las 7.140 hectáreas que se riegan, «alrededor del 35% están de cereal y el resto a la espera » . En este caso, «la remolacha tiene escaso margen y lo más probable es que se tiren al girasol o al sorgo». Calcula que el primer riego puede llegar el 3 de abril de manera muy puntual y «si no cambia la situación» para lograr la nascencia de guisantes y remolacha.

En el caso de Pollos, también Bajo Duero, Rafael Santos confirma que el 60% del regadío ya tiene sembrado cereal y que «el maíz es casi imposible. A ver que pasa, pero la gente creo que se va a tirar a por las pipas».

Juan Ignacio Diego Ruiz

Presidente de la CHD

"Hace un mes veíamos la campaña de riego muy difícil y ahora podemos respirar"

 El presidente de la CHD, Juan Ignacio Diego Ruiz, confirma que el cambio experimentado por los embalses de la cuenca del Duero durante el último mes ha sido « drástico » y reconoce la «preocupación de hace un mes», momento en el que « veíamos la campaña de riego muy difícil y ahora podemos respirar». El argumento es claro: «Se han alcanzado dotaciones bastante mejores de lo que pensábamos hace tan solo unos meses».La sequía prolongada ha supuesto «en el último año un cambio de mentalidad» que se ha manifestado en las dotaciones. «Salvo en Carrión y Pisuerga, en los demás sistemas el agua es abundante pero por parte de los regantes se ha aplicado a dotaciones estrictas, que no insuficientes. Se trata de que no haya desperdicio, de asumir lo necesario» pues la intención es «dejar las reservas lo más altas posibles» con el objetivo de «anticiparse» de cara al futuro.

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