El 65% de los abuelos de la región ayudan a sus hijos en el cuidado de los nietos

Uno de los estudios más recientes, hecho público el pasado mes, concluía que «el envejecimiento activo explica hasta el 30% de las diferencias de mejores condiciones de salud entre las personas mayores». La investigación de la Universidad Pompeu Fabra, explica que el trabajo –mejor aun remunerado– el voluntariado y otras actividades sociales o deportivas y el cuidado de los nietos fomentan incluso una percepción de uno mismo más favorable. El mismo trabajo detecta que cuanto mayor es el nivel de formación, más activa es la persona con la edad.

La Estrategia de Promoción del Envejecimiento Activo en Castilla y León 2017-2021 de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades destaca que el aumento de la longevidad permite una mayor coexistencia de generaciones de una misma familia, que ahora son menos extensas. Según los datos que maneja la Junta en su informe, «el 53% de los hogares de Castilla y León donde reside un mayor se componen por personas de similar edad y, en el 45%, por dos generaciones. Hay en torno a un 3% donde viven juntos abuelos, padres, nietos e incluso biznietos. Así, aunque no haya una mayor convivencia en el mismo hogar, sí hay más posibilidades de que se produzcan transferencias de apoyos y atenciones.

La estrategia recoge que, entre las personas mayores, la práctica de solidaridad familiar más frecuente es el cuidado de nietos y que más de la mitad de los habitantes de Castilla y León ya son abuelos. Una cifra que se incrementa según aumenta la edad, pasando del 55,3% de parejas con nietos entre los 60 y 64 años, al 93,8% entre las que superan los 85. Y, de ellas, el 64,7% participa, de forma diaria o frecuente, a veces más más esporádica, en la atención de los más pequeños de la casa. Este recurso es frecuente para conseguir conciliar la vida familiar y laboral y, aunque no hay estudios cuantitativos precisos, coinciden los especialistas en que la crisis fomentó este apoyo. Así lo detectó la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología que establecía que la mitad de los abuelos españoles dedicaba más de seis horas diarias al cuidado de sus nietos.

Para los especialistas, este apoyo –siempre que sea voluntario y no abusivo– tiene valores positivos y fomenta el sentimiento de resultar útil y participativo. Los geriatras apuestan por comenzar antes de la edad 'oficial' para ser denominado mayor, la de los 65 años, a prevenir un envejecimiento que es ineludible pero que puede variar mucho según las condiciones físicas y mentales.

Así, al margen de lo que la propia vida de cada familia ofrezca en cuanto a hábitos deportivos, piscina, casa en el pueblo... o permita escoger cómo participar en asociaciones y determinadas entidades sociales... las administraciones responsables de estas políticas sociales tienen una importante oferta. Especialmente conocida y desarrollada es la de ocio, con los viajes del Imserso o del Club de los 60 de la Junta (con 315.000 socios en Castilla y León), también la Universidad de la Experiencia, los talleres o las actividades de centros de día, entre otros.

Familia desarrolla anualmente más de 6.500 actividades de envejecimiento activo en Castilla y León, y más de la mitad están dirigidas a la promoción de hábitos y estilos de vida saludable. Y las nuevas políticas residenciales también persiguen este impulso, como el modelo 'En mi casa', que busca promocionar la capacidad de decisión sobre su propia vida de los usuarios o los programas de acercamiento intergeneracional que propicia convivencias entre mayores y jóvenes universitarios y la realización de actividades culturales o de promoción del asociacionismo en el medio rural.

Castilla y León es una de las comunidades españolas con menor tasa de población ocupada de mayor edad, según el estudio del Consejo Económico y Social (CES) de la comunidad, que también recoge que el nivel de ingresos de los mayores en Castilla y León es inferior a la media de Españay, además, disminuye a medida que aumenta la edad y es más elevado en los varones que en las mujeres.

Otro de los aspectos a tener en cuenta con respecto al envejecimiento activo es el papel de las personas de más edad que son cuidadoras de personas dependientes, dado que una cuarta parte de ellos tienen más de 65 años y la mayoría son mujeres que atienden a su pareja anciana o un hijo o hermano discapacitado y también las situaciones de riesgo de pobreza y de soledad están especialmente feminizadas.

Otro factor determinante que recoge la estrategia de Familia es la soledad que afecta al 28,5% de los hogares y, de ellos, el 43,6% son de ancianos.