Centrados en la convivencia y la igualdad real

Los objetivos principales con los que trabaja la entidad son la promoción integral y el desarrollo de la comunidad gitana hasta conseguir la igualdad real de derechos y deberes y el fomento del desarrollo de sus valores culturales. También trabaja para favorecer la igualdad de género en el colectivo gitano, de tal forma que la mujer actúe y pueda dirigir y tomar decisiones en los órganos de gobierno en igualdad de oportunidades.

Entre sus fines, destaca también la realización de programas y actuaciones para favorecer el desarrollo integral de los niños y jóvenes gitanos tanto social como culturalmente. Pretende además la Federación de Asociaciones Gitanas de Castilla y León ser órgano de apoyo entre las asociaciones gitanas de toda la región en temas relacionados con el colectivo y ser portavoz, ante la sociedad en general y ante la Administración pública, de las líneas a llevar a cabo para coordinar actuaciones generales.

«La Federación da un servicio a la comunidad gitana, busca la plena integración y los derechos de todos los gitanos y al mismo tiempo, colabora con las instituciones», explica el presidente y fundador, Ramón Salazar Barrul, quien destaca la importancia del movimiento asociativo para la comunidad gitana y también como colaboradores de las instituciones en todo lo relacionado con el colectivo, desde la convivencia, la educación y la formación a la cultura y el empleo.

Muchas ilusiones

En todas las provincias de Castilla y León había una entidad gitana que en su origen se federó a la entidad regional, pero poco a poco han ido desapareciendo, ya que la mayoría no contaban con recursos, sede, ni personal que lo gestionara. «Únicamente personas gitanas de buena voluntad que tenían muchas ilusiones, pero que no le han dado continuidad», explican desde la Federación.

Actualmente son cinco asociaciones las que están federadas. Son la Asociación Unión Gitana de Burgos, la Fundación Gitana Hogar de la Esperanza de León y Valladolid las más activas y que cuentan con programas propios. Las asociaciones de Segovia y Salamanca siguen federadas, aunque la actividad con la entidad regional es más puntual.

Destacan desde la Federación que la relación entre las personas es continua, ya que se hacen mediaciones en toda la comunidad autónoma con Valladolid como punto donde se encuentra la denominada como junta de arregladores.

La entidad desarrolla diferentes programas, todos ellos dirigidos a la población gitana y que llegan a unas 500 personas al año. Entre estos programas, cuenta con una unidad promocional de empleo, con formación sociolaboral en centros penitenciarios, con mediación social y formación intercultural; el programa de seguimiento, integración escolar y desarrollo formativo; el programa de mujer Gitanas por la igualdad y el programa de desarrollo integral del colectivo gitano en Castilla y León.

Además, la Federación dispone de un equipo de mediadores y otro de arregladores, cuyo objetivo es solucionar los problemas que puedan surgir. En este sentido, hay que destacar que el arreglador se encarga de los conflictos entre familias gitanas, mientras que el mediador intercultural interviene también en los conflictos que puedan existir con las instituciones. Estos equipos, que se reúnen con frecuencia, llevan a cabo intervenciones en toda la comunidad «siempre en beneficio de la buena convivencia y de la paz».