Los institutos de predicción sitúan el crecimiento de Castilla y León entre el 2,5% y el 3,1% este año

Del Olmo avanzó que la Comunidad crecerá en el entorno del tres por ciento, por encima del 2,7 por ciento de previsión en los presupuestos de la Junta para este año y auguró que en 2017 «tampoco vamos a estar tan mal» como apuntan los analistas, que rebajan las expectativas al dos por ciento.

Las estimaciones de EspañaDuero reflejan que la economía de la Comunidad avanzará un tres por ciento este año, aunque se contraerá hasta el 2,1 por ciento el que viene. Asimismo, las últimas previsiones regionales de BBVA otorgan a la Comunidad un crecimiento del 2,7 por ciento, en la media que previó la Junta en sus cuentas, pero también refleja un desplome al 2,1 por ciento para 2017, ambas cifras por debajo de la media para España del 3,3 y 2,5 por ciento, respectivamente.

En la misma línea están las expectativas de consenso publicadas por Ceprede, que consideran el dato del 2,7 por ciento como el más plausible para este año en la Comunidad, frente a un aumento en España del 3,1 por ciento. Sin embargo, en las últimas estimaciones mensuales del Centro de Predicción Económica, se refleja que la Comunidad podría cerrar el año en un 3,1 por ciento, en la media nacional. Las previsiones de consenso para 2017, reducen al 1,9 por ciento el dinamismo económico para Castilla y León, y al 2,2 por ciento el del conjunto de las autonomías.

El equipo de Modelización Regional Integrada de Hispalink también sitúa el dinamismo de la Comunidad en el 2,7 por ciento en 2016, en el 1,9 por ciento en 2017; y en el 1,7 por ciento en 2018, con medias para España superiores del 3,1, 2,1 y 1,9 por ciento, respectivamente.

El organismo con perspectivas más negativas es Funcas, que prevé una subida del PIB de Castilla y León este año del 2,5 por ciento y para 2017 una caída hasta el 1,8 por ciento, mientras que para el conjunto nacional sitúa esos porcentajes en el 3,1 y 2,3 por ciento, en cada caso.

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid e integrante del equipo de Hispalink en la Comunidad, José Luis Rojo, destacó que «la economía regional ha sostenido el crecimiento un año que, en sus comienzos, estimábamos como de pérdida de ritmo». Así, en ese marco, definió el ritmo de crecimiento de la Comunidad este año como «relevante, aunque inferior a la media».

Esta situación, dijo, se justifica por los estímulos derivados del bajo precio del petróleo, que incrementa la renta real de las familias y los márgenes de las empresas, así como a la ausencia de un gobierno en el conjunto español, que retrasó las exigencias comunitarias de contención del déficit.

José Luis Rojo comentó asimismo, que la ausencia de estímulos adicionales para 2017, junto con la corrección obligada del déficit vía aumento de los ingresos, apuntan a una desaceleración en el marco nacional, que en poco superará el dos por ciento de incremento, «manteniéndose la economía regional nuevamente por debajo, sin que sea previsible que se alcance el dos por ciento». «Con las dudas derivadas de la volatilidad que presentan las perspectivas de la economía regional, esta pérdida de ritmo podría dar una nueva vuelta de tuerca en 2018, rebajando las perspectivas y situando el crecimiento a medio camino entre los dos puntos y el punto y medio», resumió.

El responsable de Hispalink en la Comunidad indicó también que previsiblemente, este bajo crecimiento «sea la pauta común al cuadrante noroeste, salvo el País vasco, correspondiendo las mayores dinámicas al arco mediterráneo y los archipiélagos, junto con la Comunidad de Madrid».

En este contexto, constató que Los gobiernos regionales tienen una capacidad limitada de actuación en el marco presupuestario impuesto por el Ministerio de Hacienda, si bien «debieran explotar su capacidad de gasto para evitar la más que previsible caída de la actividad en el Sector Servicios». Pero, por su peso en la economía castellana y leonesa, dijo, «la mayor responsabilidad se sitúa en el terreno del sector privado, a quien sería necesario sugerir un mayor esfuerzo en el doble marco de la inversión productiva y de las remuneraciones salariales».

Envejecimiento y retención de jóvenes

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UBU, Juan Bautista Delgado, destacó que las previsiones de distintos servicios económicos apuntan a que las tasas de crecimiento económico (en términos de PIB) en Castilla y León «se mantendrán en signo positivo en el año 2017, aunque se experimentará una estabilización o incluso una ralentización».

Este experto incidió en que a largo plazo, persisten dos factores o retos «preocupantes e interrelacionados» para la Comunidad, el envejecimiento y la retención en el territorio de la población joven y formada. En este último aspecto se detuvo, y advirtió de que las posibilidades de retención «dependen de la capacidad de las empresas de la Comunidad para ofertar empleos cualificados y de las posibilidades de emprendimiento, especialmente las derivadas de la identificación de oportunidades de negocio claras, no por necesidad».

El catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de León, José Miguel Fernández, subraya que las previsiones de crecimiento para Castilla y León prevén una aportación positiva de todos los sectores, y la tasa de crecimiento podría alcanzar el 3,1 por ciento este año, lo que revela una «senda adecuada de recuperación económica, si bien con una ligera ralentización».

Sin embargo, para el próximo año 2017, advirtió de que todo apunta a una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad y el empleo, en un escenario en el que las incertidumbres parecen haberse incrementado, con un desplome hasta el entorno del 2,1 por ciento.

En este sentido, remarcó que las perspectivas no son tan optimistas y la actividad económica muestra un preocupante parón que, considera, «debe hacer reflexionar a las autoridades políticas de la provincia y de la Comunidad». Se requiere, añade, que la Junta «realice actividades de dinamización de la actividad económica y tome medidas de lucha activa contra la creciente despoblación». Las escasas expectativas existentes en León para los estudiantes que se gradúan, concluye, «están motivando un éxodo de talento que pagaremos a medio o largo plazo, y todo ello parece que con la complacencia de las autoridades de turno».