Sacyl intensifica el control del riesgo de agresiones en 49 de los 246 centros de salud

Los datos correspondientes a dicho ejercicio muestran un aumento de 14 en los incidentes del año pasado, hasta alcanzar los 389 y, en ellos, hubo un total de 461 trabajadores agredidos física, verbalmente o psicológicamente y 24 de ellos lo fueron dos veces por lo que el número de afectados desciende a 437 personas distintas. El consejero de Sanidad,Antonio María Sáez Aguado, repasó ayer los datos de este último año, acompañado del gerente de Sacyl, Rafael López y de la directora de Profesionales, Concepción Nafría. El responsable sanitario achaca el aumento anual de casos, en parte, «a una mayor concienciación de los profesionales en la importancia de informar, registrar y denunciar».

Del total de los profesionales agredidos el año pasado, son los que tienen un contacto más directo con el paciente o sus familiares los más afectados. Así, 160 fueron médicos, 156 enfermeros, 74 técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, 26 celadores y los otros 45 se reparten entre diferentes categorías. En cuanto al sexo, las mujeres son mucho más a menudo víctimas de estas conductas violentas, probablemente porque el agresor suma conductas machistas e interpreta una superioridad. Así, 80 de ellos fueron hombres y 381, mujeres. Si se correlaciona con la plantilla, la incidencia fue del 0,97 % para los varones y del 1,40% en el caso femenino.

Más verbales que físicas

Por tipo de agresiones, el estudio recoge que el 67 % fueron de carácter verbal, insultos y amenazas; un 18% fueron psicológicas y el 15 % restante, físicas. De estas últimas, casi la mitad se produjeron en el área de Psiquiatría y siete en Urgencias, entre otros. Explica Sáez Aguado que el hecho de que ocurra más en áreas de Salud Mental ya indica una causa más clara y en urgencias, las situaciones suelen ser también de mayor tensión.

El plan diseñado frente a este tipo de consultas violentas incorporó en 2006 la información y defensa jurídica. Desde entonces y hasta el cierre de 2015, se han dictado en Castilla y León un total de 167 sentencias condenatorias, 40 de las cuales por delito, es decir, con posible pena de cárcel y 36 de ellas por delito de atentado. El consejero recordó que Castilla y León había sido, después de Aragón, la primera comunidad en incorporar tal consideración. Después el Ministerio de Sanidad lo hizo para todo el territorio nacional. El Servicio de Defensa Jurídica presentó 50 denuncias judiciales en 2015. De los 389 incidentes se solicitaron 225 informes previos, algo que no se practica si hay denuncia vía penal, el agresor es un paciente psiquiátrico o es desconocido. Para pedir la incoación de un expediente, Sacyl debe contar con la autorización del trabajador. En 2015 hubo 31 peticiones en este sentido;13 expedientes están pendientes de resolución y 16 fueron sancionadores.

Además, durante el cerrado ejercicio, el teléfono 012 de la Junta recibió siete llamadas de profesionales de Sacyl solicitando información sobre las actuaciones posteriores a una agresión, la mayoría de las cuales fueron derivadas al teléfono de asistencia jurídica. El portal de Salud cuenta en su apartado de Prevención de Riesgos Laborales con una sección dedicada al Plan Integral frente a las Agresiones.

En 2015, explicó el consejero, se ha iniciado la revisión de los protocolos contenidos en la Guía de Seguridad elaborada en 2008 y diseñada especialmente para los servicios de Psiquiatría. El objetivo es extenderlos a los servicios de Urgencias, hospitalización, Emergencias extrahospitalarias (asistencia en la ambulancia o en domicilio), Atención Primaria y, en general, a todos los ámbitos en los que un profesional pueda atender a un paciente con problemas psíquicos. También trabaja en la revisión del protocolo de atención a pacientes con riesgo de agitación, heteroagresividad y comportamientos antisociales. Respecto a la figura del informador prevista para las urgencias de todos los hospitales con la finalidad de templar los ánimos que, en ocasiones, se disparan por falta de datos sobre el paciente y sus pruebas, el consejero explicó que, aunque no forma parte del plan de agresiones, Sanidad está probando de forma experimental en el hospital de Aranda de Duero (Burgos) un sistema de información en urgencias dirigido a los familiares del paciente para que, a través de monitores, conozcan en todo momento el proceso en el que se encuentra el enfermo. Y para salvaguardar la confidencialidad, los datos estarán asignados a un código y no a un nombre.

Entre las principales medidas para afrontar estas situaciones, está el seguimiento específico de los centros de salud más conflictivos, actualmente son 49 de los 246 existentes. Los de Bembibre y Ponferrada II en León, La Alamedilla en Salamanca y La Pilarica en Valladolid son los que mayor conflictividad presentan. También hay Botón de Alarma en los equipos informáticos, instalado en 133 centros de salud; aunque solo fue utilizado una vez en un ambulatorio de León y la intención es la de extenderlo a las áreas que aún no lo tienen.

Además, en 2015, se llevaron a cabo 29 ediciones de cursos de formación en los que participaron 468 trabajadores. También se creará, a petición de UGT, un grupo de trabajo para el seguimiento.

También se implantará un nuevo modelo de comunicación y registro con los objetivos de recabar datos complementarios que agilicen los procesos y fomentar la participación de los trabajadores en las medidas de prevención.

Críticas de Satse

El Sindicato de Enfermería, SATSE, de Castilla y León, critica que el aumento de agresiones a estos profesionales, especialmente las verbales, «es una consecuencia más del contexto de crisis, los recortes y el aumento de la presión asistencial, especialmente en Atención Primaria, donde se han eliminado las sustituciones del personal, lo que genera más profesionales quemados y un deterioro de las condiciones laborales», explica Silvia Sáez Belloso, secretaria general de esta organización sindical en la comunidad.

A esta situación hay que añadir la falta de implicación y acción de Sacyl ya que el «botón antipánico para avisar en caso de agresión, no funciona, lo que es una muestra más de los constantes fallos del sistema informático», asegura Satse.