El aumento de alumnos 'rezagados' en 4º de la ESO obliga a ampliar las plantillas de refuerzo

Así se reflejó desde la Dirección General de Innovación y Equidad Educativa, cuya responsable, Pilar González, confirmó a Ical que en el proyecto, cofinanciado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), «se ha superado con creces la cifra de estudiantes y se han asignado por ello más profesores de refuerzo» en los ámbitos lingüístico y social y científico y matemático. De esta forma se ha pasado de los 70 docentes previstos a los 82 que se contrataron de forma específica y empezaron su labor el pasado el 23 de abril para concluirla el próximo 22 de junio.

Los requisitos de participación por parte de los alumnos de los centros propuestos por las direcciones provinciales de Educación se han basado en mostrar una actitud positiva en el aprendizaje y haber suspendido en la última evaluación realizada un mínimo de tres y un máximo de seis materias, de las que al menos una sea Lengua Castellana y Literatura o Matemáticas, y al menos dos sean materias troncales generales (primera lengua extranjera y Geografía e Historia). Una vez informadas las familias y seleccionado el alumnado participante se ha diseñado la respuesta educativa suplementaria.

Pilar González resaltó que la realización del apoyo y refuerzo académico puede ser individual o grupal, llevándose a cabo en horario lectivo o no lectivo en las horas que determine cada colegio, sin que se fije un número concreto. «Se hace según requieran las necesidades de los participantes y las circunstancias organizativas del centro docente donde se desarrolla la medida. En algunos institutos se dispone de la denominada séptima hora y los alumnos que lo desean se pueden quedar para reforzar conocimientos», indicó.

Además, resaltó que aunque haya estudiantes que se fueran a titular al finalizar el curso de 4º de ESO al tener potencialidad para ello, «por si acaso» se les introduce en este tipo de programa y se aprovecha para mejorar su rendimiento. «De esta forma podrán seguir después cursando Bachiller con calidad u otros ciclos formativos a los que acudan y este refuerzo educativo es siempre adecuado sin con ello se consigue reducir el abandono escolar temprano como principal objetivo».

La medida se introdujo este año por primera vez dentro del Programa para la Mejora del Éxito Educativo de Castilla y León que se lleva a cabo desde 2008. En este sentido, González recordó que lo largo de la última década se han ido detectando distintas necesidades y, a su juicio, este plan para alumnos rezagados «encaja en una de las pretensiones claves» de la Consejería de Educación que se basa «en la equidad y la igualdad de oportunidades para todos los alumnos, que nadie se quede atrás y todos puedan progresar independientemente de sus circunstancias personales o sociales».

A su vez, añadió que 4º de la Enseñanza Secundaria Obligatoria es un curso importante donde los alumnos seleccionados para recibir una ayuda suplementaria, que es voluntaria, pueden aprobar y graduarse y el profesorado actúa para lograr este fin con cada estudiante asignado a nivel individual o colectivamente. «Los docentes ven lo que precisa este tipo de alumnado en cuanto a técnicas de trabajo intelectual o hábitos de estudio, facilitando todo el apoyo y refuerzo curricular necesario para facilitar el éxito y su continuidad en el sistema educativo», expuso.

Al finalizar, cada centro que haya desarrollado la medida de refuerzo educativo elaborará una memoria y las direcciones provinciales de Educación analizarán el cumplimiento de los objetivos propuestos en los planes de actuación de sus centros. Para ello, se utilizará la aplicación web de gestión del Programa para la Mejora del Éxito Educativo, con el fin de facilitar posteriormente el seguimiento y la evaluación de resultados obtenidos.

El objetivo de esta evaluación pasa por obtener una serie de indicadores que ya fueron válidos otros años sobre los estudiantes que finalmente han promocionado, los que se han titulado y los que no consiguieron aprobar pese al apoyo ofrecido, junto al número de estudiantes que eran candidatos a este refuerzo educativo pero no quisieron acogerse al mismo al no ser obligatorio.

«También se obtienen datos sobre las metodologías utilizadas por el profesorado para ver si es la adecuada o no. También de valora si el tiempo de duración del programa fue adecuado, el nivel de satisfacción de las familias y del alumno a la hora de aprender más o menos y la capacidad de organización del centro para aplicar el plan con opinión del profesorado de cara a conocer si hubo puntos débiles a mejorar en años sucesivos», manifestó Pilar González.