El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santoja.

Santonja subraya el compromiso «cívico y literario» de Guerra Garrido, un ciudadano «valiente y ejemplar»

El consejero de Cultura, a quien le unía una gran amistad con el escritor berciano, asegura que su muerte es «un mazazo» y considera que sus lectores «están en deuda con él»

ical

Viernes, 2 de diciembre 2022, 20:06

El consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Gonzalo Santonja, subrayó hoy el compromiso «cívico y literario» del escritor Raúl Guerra Garrido, un ciudadano «valiente y ejemplar», según expuso, que falleció hoy a los 87 años de edad. «Era una bellísima persona y un gran escritor», ... insistió Santonja, quien ensalzó la gran amistad que les unía desde hace muchos años y que les había llevado juntos a «varias peripecias», como un viaje de diez días a México, entre algunos de los que mencionó.

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En declaraciones a la agencia de noticias Ical, el consejero de Cultura admitió que su muerte es un «mazazo». «Yo no lo esperaba. Estoy anonadado. A Raúl no se le puede hacer un homenaje de aliño. Lo que se haga con él tiene que tener consistencia y eso requiere un periodo de reflexión», comentó, sobre la posibilidad de un reconocimiento público.

«Novelas imprescindibles»

Santonja recomendó la lectura de su obra, que es «muy sólida», porque sus lectores «están en deuda con él; y lo mejor de las deudas es pagarlas». Por ello, habló de novelas «absolutamente imprescindibles» y aconsejó 'El año del wolfram', que es «magnífica, porque a partir de la realidad crea un mundo fascinante»; o 'La gran vía es Nueva York', de lectura «francamente jugosa y muy moderna».

El consejero, quien apeló a la necesidad de «no olvidar la dimensión internacional que Guerra Garrido también tenía, con lectores en muchos otros países», recordó que también estuve muy cerca del escritor cuando ETA le quiso asesinar. En la mañana del mismo día en que la banda terrorista le puso una bomba en su farmacia, relató a Ical, «él y yo habíamos comido juntos en Segovia». «Se fue seguidamente a San Sebastián y le pusieron la bomba en la parte delantera. Se salvó porque salió por la puerta de atrás, inesperadamente, después de quedarse para revisar unos papeles», narró Santonja.

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