Un rescate con final feliz

Según cuenta el alcalde de la localidad berciana, José Manuel Pereira, unos vecinos alertaron de la presencia del perro el pasado viernes. Hasta el lugar se desplazó un operario del Consistorio que con una escalera intentó localizar al can «pero no lo vio porque al parecer se movía por un desván y algunos tejados más».

Pasó el fin de semana y el lunes volvieron a ver al perro en la misma casa de la conocida calle del Agua de la villa del Burbia. Le pusieron comida para ver si conseguía bajar por sus propios medios pero tampoco fue posible. Así que este martes «vimos que estaba allí encogido en el tejado, en una esquina, bajo la lluvia y dimos un paso adelante para ver cómo lo podíamos bajar porque la casa está en estado de ruinas, el tejado está estropeado, una persona no se podía subir y el perro andaba por ahí arriba», explicó el regidor.

El Ayuntamiento no iba a escatimar medios para rescatar a este cachorro e incluso pensaron en alquilar un camión con una cesta. Pero finalmente decidieron pedir ayuda a los Bomberos de la capital berciana, que acudieron con una autoescala. «Intentaron cogerlo pero estaba asustado y se escapaba pero al final todo salió bien», asegura José Manuel Pereira.

El cachorro no tiene microchip y por el momento es el Ayuntamiento el que se está haciendo cargo de él pero ya hay unas cuantas personas interesadas en adoptarlo, algo que permitirá el consistorio en 24 o 48 horas «para que alguna de esta gente lo cuide y lo mime porque ya ha pasado bastante», finalizó el primer edil de Villafranca del Bierzo.