Peón de Arriba vuelve a tener vida medio siglo después

En concreto, el proyecto corresponde a la tercera fase de un plan de amplio alcance con el que este municipio del Bierzo Bajo está rescatando del olvido una aldea enclavada en un espacio de gran valor natural, cuyos últimos vecinos salieron de sus casas en el año 1971. Peón de Arriba se ha convertido en una auténtica ecoaldea sostenible gracias a todas las labores de restauración de los espacios adquiridos por el Ayuntamiento -realizadas con respeto a las técnicas y materiales tradicionales-, a la creación de un completo albergue turístico en ellos, a la mejora de los accesos y al acondicionamiento de rutas de senderismo en el entorno.

Este sábado, el presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, ha comprobado personalmente el renacer del pueblo en una visita en la que ha estado acompañado por el diputado de Cultura. Pablo López; el alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce; el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones; la delegada de la Junta de Castilla y León, Esther Muñoz, y el empresario José Luis Prada, entre otros. «Hoy es un día señalado para el Bierzo y para toda la provincia, pues el esfuerzo de las diferentes administraciones ha dado sus frutos», indicó Morán en su intervención. «La puesta a punto de Peón de Arriba, que se encontraba despoblado desde hace más de medio siglo y en estado de abandono, es un excelente ejemplo de las tres 'erres' que persigue este programa del Instituto Leonés de Cultura: recuperar un pueblo abandonado, regenerar el potencial con el que cuenta y reactivar esas oportunidades que se abren ahora de cara al turismo, el ocio y la cultura», aseguró el presidente de la entidad provincial, añadiendo que a los 240.000 euros provenientes de ese plan, la Diputación sumó otra partida de 45.000 con la que se ha dotado de mobiliario a las viviendas ahora convertidas en albergue. Gracias a estas y otras inversiones, consideró, «Peón de Arriba se ha ganado por derecho propio la característica de enclave a tener en cuenta como destino rural en el sector turístico».

«Este sector es una herramienta importante en nuestra lucha particular contra la despoblación, así que debemos prestarle especial atención. La prueba de nuestro gran potencial es el reconocimiento a las Montañas de León como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la FAO, que incluye la comarca del Bierzo. Vivimos en un espacio único, certificado ahora a nivel mundial y, por ello, como ha ocurrido con la recuperación de Peón de Arriba, debemos apostar por nuestra tierra y confiar en nuestras fortalezas para alcanzar un desarrollo próspero y sostenible», aseguró el presidente.

Eduardo Morán concluyó deseando el mayor de los éxitos a este pueblo de cara al turismo rural hacia el que se enfoca, y esperando que pueda replicarse con el mismo potencial en otros enclaves de la provincia «para no perder nuestros pueblos, nuestra cultura ni nuestro patrimonio».

La intervención realizada gracias al 'Programa R' ha consistido en la recuperación de los tres edificios de la localidad. Las labores realizadas en fases anteriores -en las que también se contó con ayuda del ILC- habían incluido la recuperación de forjados y cubiertas; por ello, en esta etapa se hacía preciso abordar acondicionamientos interiores con el fin de que su rehabilitación sirviera para uso público como establecimiento rural. Así, en la planta baja se realizó un forjado en contacto directo con el suelo, en la planta primera se colocó aislamiento y acabados, y en los tres edificios se realizaron las correspondientes divisiones interiores y se acometieron todas las instalaciones necesarias de fontanería, electricidad, saneamiento y calefacción. El cerramiento exterior es de mampostería de piedra con un aislamiento de placas rígidas.

Desde 2018, año en el que comenzó a abordarse este proyecto, la Diputación de León ha destinado los referidos 464.626 euros; el Ayuntamiento de Carracedo, 250.077 euros, y la Junta de Castilla y León, 121.838 euros.

El 'Programa R' arrancó en 2021 con un presupuesto de seis millones destinados a restaurar edificios históricos propiedad de ayuntamientos, juntas vecinales y fundaciones de la provincia. A tenor de su buena acogida, más adelante se vio reforzado con una edición suplementaria dotada con dos millones. Se trata de la mayor partida económica destinada nunca a la recuperación del patrimonio leonés, por cualquier tipo de institución pública, en un único ejercicio.