Clamor de los hosteleros bercianos: «Vamos a la deriva, Mañueco está 'secuestrado' por Igea»

«Primero fue bajar la incidencia, e hicimos lo que se nos pidió. Ahora son las camas UCI y no sabemos si lo que el señor Igea pretende es que la hostelería compre respiradores y aumente el tamaño este servicio…», señalan desde la Asociación de Hostelería del Bierzo. Entienden que «en una situación de normalidad, tener la UCI por debajo del 25% ya es difícil, por lo que ahora se nos antoja mucho peor».

Para los profesionales del sector en la comarca es «inaceptable» que los criterios de la Junta entorno a la desescalada de la pandemia «vayan cambiando semana a semana como si nunca fuera suficiente el daño infligido a los sectores económicamente afectados». Lamentan que desde el Gobierno regional se dediquen a «hablar por hablar» cuando creen que «todo se entendería mejor si se supiera cuál es el plan que tienen para el momento de la apertura». «La cuestión es que no tienen uno y los que nosotros les proponemos, ni los valoran», lamentan. En este sentido, recuerdan que la Junta ha hecho oídos sordos a la petición de instalar medidores de calidad de aire para los interiores de los negocios, a realizar análisis de las aguas residuales periódicos para adelantarse a la subida de la incidencia y a llevar a cabo los cribados con éxito, «y no saben ni de lo que les hablamos».

A la vista de esta situación, los hosteleros bercianos creen que «en Castilla y León vamos a la deriva por un motivo claro: Mañueco está 'secuestrado' por Igea (mal por el secuestrador, pero mal también por el jefe, que se deja secuestrar) y en toda la comunidad no hay ni un solo golpe encima de la mesa». Vaticinan que «una tímida moción de censura se atisba en el horizonte, pero lamentan que «el primer interesado en que esto no suceda es su promotor Tudanca, que está mucho más cómodo sentado viendo el desastre y esperando a que esto amaine para coger el testigo». «Van a conseguir que esto rompa por donde nadie quiere que rompa y luego vienen los lamentos… La gente tiene un límite y ya vais muy pasados, luego no echéis la culpa a otros, solo será vuestra. Dais vergüenza», concluyen.