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La empresa berciana Bodegas Pittacum dio inicio, con 15 días de antelación respecto a la campaña del año pasado, una vendimia que se prevé de «excelente calidad» y que se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad para hacer frente a posibles contagios de COVID- ... 19. La bodega, perteneciente al Grupo Terras Gauda, está presente en más de 60 países de los cinco continentes y prevé destinar a exportaciones en torno al 45 por ciento de su producción, con China, Canadá, Gran Bretaña y Austria como principales mercados en el exterior.
Según los responsables de la bodega, en estos días «los viñedos centenarios de Mencía han alcanzado su momento óptimo de maduración» por lo que es momento de llevar a cabo una «vendimia escalonada». «Los primeros días recogeremos la Mencía para Petit Pittacum. Se nutre de los viejos viñedos sobre suelos de arcilla situados a 700 metros de altitud, que nos proporcionan uvas aromáticas con abundante fruta roja y frescura, características ideales para este vino», explicó el director enológico, Alfredo Marqués, que avanzó que la próxima semana será el momento de las viejas viñas ubicadas sobre suelos de arena, con las que se elabora el Pittacum Barrica.
A continuación, toca la finca Areixola, un viñedo singular y único que sirve de fuente a Pittacum Aurea. La vendimia llegará a su fin un mes y medio después de su inicio recolectando la Garnacha Tintorera, una de las primeras monavarietales de España y la primera del Noroeste. «Es una variedad minoritaria en nuestros viñedos, de maduración muy tardía, muy exigente. Es imprescindible buscar el momento óptimo de la maduración, solo así muestra los atributos de la añada y los insondables secretos del terruño», explicó el director enológico. De estas viñas nace La Prohibición, un vino con estilo propio donde la variedad se expresa con un marcado carácter atlántico.
Además, los responsables de la bodega señalaron el «importante incremento» de las visitas a la bodega desde la puesta en marcha del plan de enoturismo, que incluye experiencias como subirse a una bici eléctrica para recorrer el viñedo o descubrir el encanto de la vieja casona que alberga las barricas y la bodega, acompañadas por la degustación de varios vinos.
Por otro lado, Dominio de Tares, una de las bodegas pioneras en la zona productora del Bierzo, celebra estos días su 20 aniversario en plena campaña de vendimia. Los responsables de la bodega valoraron estas dos décadas de andadura «con el orgullo de haber contribuido al resurgir de los vinos bercianos» y a la difusión de de las «enormes posibilidades» de las variedades autóctonas, Mencía y Godello. Cepas Viejas, el primer vino y el más emblemático de la bodega, nació casi al mismo tiempo y su salida al mercado puso en valor los viñedos viejos de Mencía.
La búsqueda constante de los mejores viñedos es uno de los pilares fundacionales de esta bodega. Sus fundadores buscaron intensamente en diferentes zonas del Bierzo para encontrar los mejores pagos de la Denominación de Origen, en ubicaciones y suelos muy diferentes. En la filosofía de la empresa también destaca el anhelo por la recuperación de viñedos viejos para elaborar vinos diferentes que se identifiquen con la expresión de un terruño.
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