El alcalde de Cubillos duda del BIC para Compostilla: «Tras las elecciones nadie va a querer ser padre de la criatura»

Cuellas reiteró su apoyo a la decisión manifestada en su día por los socialistas para preservar las infraestructuras de la térmica berciana de cara a un aprovechamiento cultural, turístico o generador de riqueza para la comarca. «Si esas estructuras tienen alguna utilidad o alguna importancia para alguna industria, proyecto turístico o cultural que genere empleo o riqueza bienvenido sea si solo obedece a la ocurrencia electoralista de algún grupo ellos tendrán que asumir las consecuencias», indicó.

El regidor de Cubillos del Sil tiene claro que el procedimiento para declarar las torres de refrigeración y las chimeneas de la central Bien de Interés Cultural (BIC) «va a ser largo» por lo que prefiere agarrarse al día a día sobre el desarrollo de los acontecimientos. «Vamos a ver cómo acaba sustanciándose», apuntó.

A Cuellas le parece extraño que «si después de dos años y medio hablando del desmantelamiento, en un proceso en el que han participado entidades públicas y privadas, no hemos encontrado ningún proyecto que nos pareciera o que les pareciera a Endesa, Gobierno y Junta interesante para mantener esas infraestructuras, a lo mejor una decisión e 24 horas o de 6 minutos que ha adoptado alguien igual no es la mejor», aseveró.

Respecto al estado de las infraestructuras que ahora la Junta pretende preservar, el primer edil del municipio en el que se asiente la central de Compostilla II propiedad de Endesa considera que se tanto las chimenas como las torres de refrigeración se han podido ver afectadas por los trabajos de desmantelamiento ya ejecutados.

En este sentido, recuerda que la propia empresa aseguró en una reunión «que las torres de refrigeración «se habían estado desmantelando por dentro, eliminando partes de los componentes y ya no existen». Asimismo, puso de relieve que «se han hecho trabajos para cargar con los explosivos» con lo que entiende que «algo ha podido influir en la integridad de las estructuras».

Así las cosas, Antonio Cuellas confía en que la Junta «esté haciendo su trabajo, sean responsables de sus decisiones y estén adoptándolas con conocimiento de la situación» teniendo en cuenta que fue la propia administración autonómica «la que autorizó en su día la demolición y la declaración de impacto ambiental para el desmantelamiento de la central.

Espera por ello que con esta última decisión el Gobierno de Castilla y León «tenga los elementos para tener un juicio de valor sobre el asunto y que hayan sido coherentes, que no estén poniendo en riesgo la vida de las personas o de los trabajadores», concluyó.