Escribiendo la vida en un pentagrama

La financiación colectiva a través de portales como Verkami ya ha servido de plataforma de lanzamiento de otros músicos bercianos como Fon, Lolo Moldes o Luigi Puck. «El crowdfunding está de moda y no tenía otra manera de conseguir el dinero necesario», admite Cia, que reconoce que el proyecto le dio miedo y que tuvo que darle «un montón de vueltas a los números, a las recompensas, a cómo hacerlo todo». Con una apuesta como ésta es cuando ves si la gente confía en ti, en tu proyecto y en tu música, explica la cantautora. Tras el éxito de la iniciativa, que ya ha reunido más de 2.500 euros para sorpresa de la cantante, Cia tendrá que retornar a sus mecenas las recompensas prometidas, entre las que destaca la celebración de conciertos acústicos privados en los que presentará los temas de su nuevo disco en un formato íntimo, acompañada únicamente por el tecladista de la banda.

«La música, presente como fuera»

El primer contacto de Cia con la música, en su Cortiguera natal, llegó a través de una historia habitual en muchas familias. «Mi padre tenía una guitarra que se compró para aprender a tocar pero que luego abandonó porque le dolían mucho los dedos», explica la cantautora, que recuerda como ese instrumento le sirvió para «experimentar y descubrir nuevos acordes». Con nueve años, le llegó el turno a la rondalla del colegio, primero con la bandurria y luego con la guitarra, y con sólo catorce años Cia compuso su primera canción. «Me gustaba mucho cantar, pero era muy tímida y no me atrevía a hacerlo delante de nadie, así que me encerraba en mi habitación», recuerda la berciana.

Para vencer sus temores, Cia ingresó en el Centro de Enseñanza Musical del Bierzo, donde perfeccionó sus conocimientos de guitarra y tuvo sus primeros contactos con el piano. Allí conoció a Paloma, que desde hace siete años es su jefa. Ella fue quién la animó a orientar su formación hacia la música. «Me fui a estudiar magisterio musical a al Campus de Segovia de la Universidad de Valladolid. Lo tenía muy claro, la música tenía que estar presente como fuera», explica la cantautora. Tras tres años y de vuelta en Ponferrada, Cia estudió piano durante cuatro años más en el conservatorio Cristóbal Halffter. «Aprendí mucho pero no era el ambiente que a mí me gustaba», recuerda. «Decidí que iba a seguir yo por mi cuenta y monté el grupo Ellamanda», resume.

Durante tres años y acompañada por Carlos Rapado, Javier Saelens, Carlos Corral y Ricard Núñez, la banda recorrió los escenarios del Bierzo con un repertorio formado por versiones conocidas y algún tema propio. «Ahí me enfrenté por primera vez al escenario, me sirvió para ganar confianza», recuerda Cia. Tras el desgaste del proyecto, la cantautora, que se confiesa como «muy perfeccionista», admite que «tenía ese miedo de aburrir al público, necesitaba darle más vueltas a mis ideas y hasta que no estuve segura no quise lanzarme a una carrera en solitario».

'Calibrando y The Small Field Band

El empujón necesario llegó de la mano de otro berciano, residente desde hace seis años en La Coruña: el pianista ponferradino Anxo Seco, que se ha convertido en el más íntimo compañero de viaje de Cia y que le presentó al resto de componentes de The Small Field Band. «Preparamos un concierto en Betanzos y fueron a vernos varios de los músicos que tocan con él. Fueron ellos los que me propusieron el proyecto», explica Cia, Junto a ella y Anxo, el batería Óscar Quintans, el bajista Jorge Quesada y el guitarrista Juan Folla serán los encargados de dar vida a Calibrando. «Son músicos con la mente abierta, capaces de dar a cada canción su toque», destaca.

El resultado de las tormentas de ideas en las que se han convertido los ensayos es un disco con sonido pop, pero con toques de rock, y unos sintetizadores que le aportan un aire indie. Creo que va a sorprender porque me voy a salir un poco de lo que la gente de Ponferrada está acostumbrada a ver, explica Cia, contenta de arropar las canciones con la banda para que exploten con mucha más fuerza, han dejado de ser canciones peluchinas para tener más garra.

Los diez temas que forman parte del proyecto son una muestra del aire íntimo de las composiciones de Cia, con historias sobre amores y desamores o sobre relaciones de amistad fallida que toman cuerpo en canciones como Apaga la luz o El abandono. Suelen ser historias muy personales que no me atrevería a contar a un desconocido, pero las canto para que queden contadas. Cosas que me pasan o cosas que veo, situaciones que me han rodeado o que me han sucedido. Cuando pienso en esas historias, pienso en escribir una canción, explica.

La voz suave y dulce de la cantautora se entremezcla con los arreglos de la banda para dar forma a un sonido con influencias de artistas como Miss Caffeina, Zahara, Carmen Boza, Quique González o el leonés Fabián Diez. Suena a todo un poco y entre todo eso, busco mi propia dirección, resume Cia. La berciana y la banda entrarán al estudio de grabación el ocho de agosto y, tras la presentación en Ponferrada, el disco se distribuirá en los conciertos, en algunas tiendas de la capital berciana y en plataformas online como Spotify.

Con la música a todas partes

Más allá de la grabación de su primer disco de estudio, la banda sonora de la vida de Cia continúa llenando de música cada una de sus actividades. La berciana compagina su trabajo de profesora de educación musical en Ponferrada con actuaciones en obras de teatro como el concierto narrado en homenaje a Gil y Carrasco que tuvo lugar el año pasado en la capital berciana y en el que Cia interpretó a la criada que sirve de hilo conductor al relato. La cantautora también fue uno de los personajes principales del musical llevado a escena en el teatro Bergidum por el Centro de Artes Escénicas y Musicales Vida de Ponferrada, el primer musical hecho con gente de aquí, recuerda. En este último año, Cia ha escrito una canción para el corto Candela, de David F. Torrico, y ha compuesto, junto a Anxo, la banda sonora de la obra de teatro Veneno para ratones, escrita y dirigida por Alberto Fernández Prados.

Entre tanto, la cantautora continúa aprendiendo a tocar el violín, el ukelele y la que ella misma ha bautizado como su guitarra bebé. Es muy cuqui, cabe en cualquier sitio y te la puedes llevar a todas partes. Los músicos somos así, nos vale cualquier cosa que pueda hacer sonido, resume divertida, mientras sueña despierta con conciertos en La Coruña, quizás Madrid, salir en Radio 3, ¿por qué no?. De vuelta a la realidad, Cia reconoce que el camino ha sido difícil pero se dispone a disfrutar del momento. Quiero cantar mis canciones y hacerlas a mi manera. Salga lo que salga será genial y lo que venga, vendrá, apostilla. Y como ella misma dice, a partir de ahí, a volar.