De León a La Palma: de vacaciones a un volcán

Así se lo manifestaron los vecinos de la isla a la astorgana Susana Alonso quien viajó a comienzos del mes de noviembre a La Palma para ver este fenómeno poco habitual. «Siempre me he sentido atraída por la naturaleza. Si tengo que elegir entre visitar una Catedral o una cascada me quedo con esta última, así que no me podía perder esta oportunidad de ver el volcán de Cumbre Vieja», afirma Alonso quien se hospedó en la propia isla.

Y es que el alojamiento es otra de las preocupaciones de las personas que cada día llegan a La Palma. Muchas de ellas se quedan en Tenerife y realizan una excursión a la conocida como la isla bonita durante un día, pero en el caso de Susana prefirió alojarse en la costa este de la ínsula, la más segura ya que está en la otra cara del volcán. En ella, el aire es más claro y la ceniza no es la reina del lugar. «No solo visitamos el volcán, también el resto de atractivos que tiene la isla y que no conocíamos», detalla Alonso. Entre dichos atractivos se encuentran Santa Cruz de La Palma, la arquitectura colonial, los balcones al mar, el Parque nacional de la Caldera de Taburiente con el Mirador de la Cumbrecita o el Observatorio del Roque de los Muchachos. Para ello, alquiló un coche con el que pudieron recorrer todas las zonas que no estaban vedadas al paso. «Llegábamos hasta el punto donde estaba permitido y después si podíamos acercarnos caminando un poco más lo hacíamos», destaca la astorgana quien recuerda que también hay excursiones que te acercan de forma segura a ver el volcán y al ya famoso mirador de Tajuya. «No tienes la opción de recorrer toda la isla a tu antojo porque hay muchas zonas que, aunque se pueda pasar, no tienes por ejemplo, un lugar para comer», asegura.

Respecto a qué se siente cuando se ve un volcán en plena erupción, Alonso no duda «es un fenómeno bruto y exagerado. Casi no sé definirlo», destaca añadiendo que el espectáculo, en sí, es grandioso. «Impactante y tremendo», detalla en un aluvión de adjetivos superlativos matizando que volvería otra vez a visitarlo. «Cuando fuimos estaba más tranquilo y aun así, fue impresionante. Me imagino que ahora tiene que ser espectacular», añade Susana.

Detalla además que no le pareció un viaje caro aunque existe el riesgo de que la compañía cancele el vuelo debido a la ceniza, un fenómeno que no se suele dar ya que no es habitual que el viento cambié de dirección. Desde la Agencia de Viajes Carrefour de Astorga, donde Susana adquirió el viaje, detallan que se han incrementado los precios ligeramente pero no de una manera significativa, ya que además esta época se considera como temporada alta para las islas, con cerca de un 90-95% de ocupación hotelera en un año cualquiera y que ahora llegan a un 45%. Además agregan que son varios los clientes que se han interesado por este viaje dado que es un fenómeno que puede no repetirse en varias décadas.

Sin duda un viaje emocionante y que además supone un revulviso económico para una zona con pérdidas millonarias.