«Es una persona humilde y normal; lo que el Papa quiere»

El nuevo obispo de Astorga nació en Selga de Ordás (León) en 1955, pero a los quince años se trasladó a Gijón por motivos laborales de sus padres, quienes aún residen en el barrio de Nuevo Gijón. Cursó estudios en el seminario menor y mayor de León, y fue ordenado sacerdote en 1980. Posteriormente obtuvo la Licenciatura en Filosofía por la Universidad Pontificia de Salamanca. Su ministerio sacerdotal lo desarrolló en la diócesis de León, donde ejerció de párroco de Senra de Omaña, Cuadros y Valsemana. Además, fue director del periódico diocesano Iglesia en León y capellán del club de fútbol Cultural y Deportiva Leonesa En 2013 el Papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela.

«En mi condición de pastor de la grey astorgana, me sitúo ya a vuestro lado y os convoco para edificar una Iglesia cada día más espiritual y evangélica, más misericordiosa y misionera y más sinodal y esperanzada», trasladó Fernández a sus feligreses en un comunicado de bienvenida. Su objetivo, dice, será «la transformación de este mundo herido por la injusticia y la desigualdad». Atrás deja una etapa en Santiago de Compostela de «respeto exquisito y ejemplo de conocimiento, entrega y amor ». Por su parte, el arzobispo de la diócesis gallega, Julián Barrio, en su comunicado de despedida definió a Fernández como «un inestimable y gran colaborador» y celebró la «grande y honrosa nueva misión pastoral».

Juan Lozano, arcipreste de Gijón, cree que el nombramiento debe ser «motivo de orgullo para toda la comunidad cristiana de Gijón y del Principado». Aunque no conoce personalmente al obispo de Astorga, «todo son palabras honrosas y bondadosas las que recibo sobre él». Durante su juventud, Fernández vivió en Gijón con sus padres, que acudían con su hijo cada domingo a la Parroquia de la Purísima Concepción. «Siempre ha sido una persona humilde, sencilla y muy trabajadora», asegura el párroco, José Luis Fonseca. «Le vi crecer junto a su familia y siempre que podía no dudaba en ayudar a su padre en labores de albañilería; es una personal muy normal, justo lo que quiere el Papa de nosotros. Cumplirá sus objetivos con creces en la nueva responsabilidad que se le ha encomendado», defiende.