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La tradición chocolatera de Astorga ha llevado a que la ciudad cuente con un Museo del Chocolate. I. Santos

El dios del chocolate al que se peregrina en Astorga

Más de 30.000 personas visitan cada año el Museo del Chocolate de Astorga, una parada obligatoria en el municipio leonés que cuenta con más de nueve salas y once mil piezas en su interior

Lunes, 12 de junio 2023, 08:15

La bajada a través de la Avenida de la Estación de Astorga es un viaje en el tiempo al que nadie se puede negar. Con sus chalets modernistas situados a ambos lados de la calzada, el caminante puede deleitarse con el aroma de los árboles en flor para recordar la ciudad a comienzos del siglo XIX, cuando la zona era un hervidero de personas que llegaban a la estación de tren sita al final de la calzada.

Trenes a vapor, maletas, niños y mujeres vendiendo mantecadas a los viajeros; se confunden con los operarios que descargan de los vagones de mercancías los pedidos para las 60 fábricas de chocolate que poblaron la ciudad. Un espacio que no vuelve vacío ya que rápidamente se retoma la carga el material ya elaborado; no solo tabletas de chocolate sino también harinas, pasta y un maravilloso trabajo de imprenta y «merchandising» salido del ingenio de aquellos arrieros reconvertidos en emprendedores que no dudaron en aprovechar la dote de la hija del marqués para reconvertir sus negocios.

Inmuebles chocolateros

Son los propios fabricantes los que quieren lucir su poder económico y social a través de sus fábricas y viviendas de estilo modernista siguiendo la estela del Palacio Episcopal construido por Antonio Gaudí. Éstas están situadas extramuros de la ciudad y dan una nueva vida al arrabal de Puerta de Rey, destrozado por la lucha francoespañola hace menos de un siglo.

Entre estos inmuebles destaca la Casa Granell, propiedad de José Granell, uno de los principales industriales astorganos del chocolate. Construida en la segunda mitad del siglo XIX, fue diseñada por el mismo arquitecto que se encargó del Palacio de Comunicaciones de Madrid. Muy cerca de ella la Casa Elsa, ubicada sobre el lienzo de la muralla y que se encargó de proveer de electricidad a toda la industria chocolatera del momento. Una tríada arquitectónica que se completa con la Casa de Magín Rubio, bajando por la acera derecha, en dirección a la estación; convertida hoy en Museo de Chocolate.

Casa de Magin Rubio en Astorga, hoy Museo del Chocolate. Leonoticias

Casa de Magín Rubio

Por sus paredes exhala olor a cacao, a trabajo y a dedicación. El ahora Museo del Chocolate albergó una fábrica en la que se elaboraba el dulce manjar así como la vivienda del industrial chocolatero Magín Rubio mientras que en los bajos del edificio estuvo instalado un almacén de coloniales. Obra de Eduardo Sánchez Eznarriaga, arquitecto astorgano, se levantó durante los primeros años del siglo XX en un estilo sobrio, aunque influido por el modernismo.

El viaje en el tiempo continúa en la propia recepción del museo que recrea una antigua tienda de chocolate. En ella se pueden observar los planos originales del alzado del edificio así como degustar los chocolates artesanos que se siguen elaborando en la comarca.

Recepción del Museo del Chocolate de Astorga. Leonoticias

Cámara de las Maravillas

El viaje en el tiempo se completa con la siguiente sala, la Cámara de las Maravillas inspirada en los Gabinetes de Curiosidades que las familias más pudientes exhibían en sus casas como precursores de los museos y en los que mostraban una multitud de objetos extraños, insólitos y raros. En esta sala se exponen una amplitud de curiosas piezas relacionadas con la publicidad del chocolate, que fue una industria en sí misma y vinculada a la proliferación de medios de comunicación en la ciudad, tradición periodística que aún hoy se conserva.

La Cámara de las Maravillas del Museo del Chocolate de Astorga. Leonoticias

A continuación se pasa a una sala más espaciosa donde, de manera lúdica e interactiva, el visitante conoce el cacao. «Sus orígenes y valores históricos, su cultivo, los países productores y consumidores de cacao, las especias más características con las que se asocia y las curiosidades del chocolate», señalan desde la dirección del museo.

Elaboración del chocolate

La última sala de la planta baja es la más amplia y relacionada con la historia del chocolate en Astorga ya que se dedica a las dos formas de elaboración del chocolate en la ciudad: a brazo y a la piedra.

Sala donde el visitante conoce el caca Leonoticias

Es en el lado izquierdo del espacio donde el visitante puede conocer piezas y utensilios de la elaboración más manual, «a brazo» mientras que en el lado derecho se muestran las máquinas de comienzos del siglo XIX para la elaboración «a la piedra». Una parte que se completa con catálogos de maquinaria y documentos administrativos relacionados con su fabricación.

Todas las piezas expuestas en el centro de la sala de manera exenta convergen en el fondo de la misma con el moldeado, momento en el que el chocolate adquiere su forma final.

Herramientas para la elaboración del chocolate. Leonoticias

Dios Quetzacoalt

Ya en el hall se puede admirar la hermosa escalera que lleva a la segunda planta del edificio y dedicada a José Luis López, impulsor de este museo. Y es que este astorgano guardo y exhibió, durante años, cuantas piezas pudo de la elaboración chocolatera de Astorga con el fin de que esta tradición y parte de la historia de la ciudad no se perdiera. Él es el germen de este museo.

Figura del dios «Quetzacoalt», realizada por Antonio Morales Leonoticias

Además, por el hueco de la escalera cuelga la figura del dios «Quetzacoalt», realizada por Antonio Morales. Este dios azteca le dio a los toltecas los granos de cacao, para que su pueblo estuviera bien alimentado y de esa manera pudieran ser personas estudiosas, sabias, artistas y artesanas.

Chocolate a la taza y publicidad

Ya en la segunda planta, el visitante podrá conocer mejor cómo se tomaba el chocolate así como toda la industria que generó alrededor. En la primera estancia, el visitante conocerá el modo de preparación y consumo de chocolate a la taza a través de diversos objetos (tanto en casa como de viaje) pero también el modo originario mexicano.

Acceso a la segunda planta Leonoticias

La sala se ambienta con una colección de calendarios y carteles publicitarios del chocolate que conectan con la sala principal, y contigua, dedicada a la publicidad.

Verdadera obras de arte se pueden ver en este espacio donde analizar los diferentes medios de publicidad del chocolate. En la sala se muestran variados objetos publicitarios con los que las marcas de chocolate obsequiaban a sus clientes: pequeños costureros, abanicos, calendarios y un sinfín de objetos que sacan los colores de los diseñadores de publicidad actuales.

El chocolate desarrolló toda una industria artística a su alrededor. Leonoticias

Imprenta

La última sala de esta planta es también una continuación de este espacio, ya que se dedica al sistema de reproducción impresa basada en la litografía. Se exponen piedras litográficas y planchas de zinc, así como sus correspondientes impresiones. Con este sistema, las imprentas de Astorga realizaban sus trabajos, tanto para los fabricantes de chocolates como para otros oficios.

Espacio dedicado a la imprenta en la ciudad. Leonoticias

De las seis imprentas que hubo en Astorga a principios del siglo XX, la que más dedicó su labor al sector del chocolate fue la Imprenta Sierra, de la cual proceden las piezas expuestas en esta sala y que cuenta con un espacio de exposición propio, acompañado por un interactivo que reúne información, procedente de los fondos del museo, sobre los trabajos que realizaba la familia Sierra.

Familias chocolateras

Otra de las salas más llamativas de este lugar es el espacio destinado a conocer a las familias de chocolateros más reseñables de Astorga, que fueron distribuidores de la Casa Real de Madrid y reconocidos en exposiciones nacionales e internacionales, como muestran los diplomas que en esta sala se exponen.

La historia de Astorga está vinculada al chocolate Leonoticias

El futuro del turismo chocolatero

El Ayuntamiento de Astorga continua trabajando en el turismo chocolatero y para ello con la colaboración de la Diputación de León esta llevando a cabo la remodelación de la Harinera La Rosario , cercana al museo. Asimismo, ha adquirido la maquinaria de la fábrica de chocolates La Maragatina. La compra, que ha ascendido a 21.538 euros, ha sido sufragada por la Diputación de León a través de los Planes Provinciales

Situado en esta sala, un interactivo recoge la información proporcionada por las envolturas de chocolate que se conservan en este museo. A través de este recurso informatizado, se podrán localizar a chocolateros de todos los puntos de España.

Al finalizar el recorrido, el visitante volverá a la primera sala tras verse envuelto en el historia del cacao y en este casa que no es más que un lugar para recorrer y disfrutar en la ciudad donde se puede adquirir el más dulce manjar.

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