El acusado Ángel A.A., en la sala de juicio. Campillo

El acusado a la Policía: «Mi mujer está muerta, la pegué un tiro»

Los agentes se hicieron con el control de la situación tras recuperar el arma y procedieron a la detención del acusado tras leerle sus derechos y sin engrilletarle

Leonoticias

León

Martes, 16 de marzo 2021, 11:49

Los agentes de la Policía Nacional que acudieron en primer lugar al número 7 calle Santa Colomba de Astorga en julio de 2018 han revivido este martes, durante la celebración de la segunda jornada del juicio por la muerte violenta de una mujer a ... manos de su esposo -un agente de la Policía Nacional jubilado-, lo sucedido en el inmueble.

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En su declaración detallaron a preguntas de acusación, defensa y fiscalía que fueron comisionados por la sala del 091 para acudir a ese lugar «por un incidente entre vecinos». No tuvieron más información hasta la llegada al lugar cuando a indicaciones de los propios residentes accedieron al segundo piso del inmueble.

Pelea por el arma

Allí localizaron al detenido (Ángel A.A.) y a su vecino (Jesús M.G.M.) en el suelo y en una disputa por un arma (un revólver legal del que era titular el policía nacional jubilado) en medio de abundante sangre en el suelo.

Tras recuperar el arma por parte de uno de los agentes, en el mismo lugar el acusado les confesó que había disparado a la mujer advirtiendo que «posiblemente estaba muerta» («Mi mujer está muerta, la pegué un tiro», aseguró) mientras el vecino del segundo piso y presunto amante presentaba un impacto de bala en el hombro.

Detenido colaborador

Una vez normalizada la situación el acusado -muy nervioso, sin apenas aire y con dificultades para hablar por el esfuerzo realizado en la pelea- insistió en mostrar a los agentes de policía los mensajes de móvil que a su entender demostraban las infidelidades de su esposa.

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Sin llegar a ver los citados mensajes y tras advertir que estaba detenido en base a lo allí observado uno de los agentes, entonces ya en compañía de un compañero de la Policía Local que habían acudido en apoyo, acudió al primer piso donde se localizó el cuerpo sin vida de la mujer encima de la cama.

Ante la evidencia del crimen los policías optaron por leer los derechos al detenido, que pese a todo se mostró en todo momento «colaborador», por lo que incluso «no fue necesario ni siquiera engrilletarle».

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