leonoticias
Jueves, 16 de febrero 2017, 16:51
Astorga clamará justicia. El próximo sábado 18 de febrero, la capital maragata acogerá, frente a la sede episcopal, una manifestación de exseminaristas de los centros ya cerrados tanto en Astorga como en La Bañeza para mostrar su repulsa a los abusos sexuales del exsacerdote de Tábara, José Manuel Ramos.
Publicidad
«Que no vuelve a suceder nunca más». Esta es la principal exigencia, el principal clamor que esta manifestación lanzará. Los convocantes de la manifestación se ha puesto en contacto con alumnos y seminaristas procedentes de otras provincias que estudiaron en estos dos centros propiedad de la Diócesis de Astorga.
Hace dos semanas, salía a la luz que el obispo Juan Antonio Menéndez había apartado de su puesto al sacerdote José Manuel Ramos Gordón, delegado de Patrimonio del Obispado de Astorga, por cometer abusos sexuales a menores, concretamente a dos hermanos gemelos durante el curso de1988-1989 cuando desarrollaba su actividad como profesor en el Seminario Menor de La Bañeza.
El párroco del municipio zamorano de Tábara durante 26 años, permanece apartado desde el pasado 1 de julio de 2016 después de que el obispo de Astorga acordarse días antes, el 6 de mayo, la privación de oficio de párroco «durante un periodo no inferior a un año».
En el escrito además se aseguraba que el párroco «tendrá un seguimiento tutelado por un sacerdote, realizará ejercicios espirituales de mes y desarrollará labores asistenciales a favor de los sacerdotes ancianos e impedidos, así como otras tareas caritativas».
Publicidad
El proceso arrancó tras la denuncia de uno de los exseminaristas que presuntamente fue víctima de esta situación en una carta que remitió al Papa Francisco en noviembre de 2014 en el que alertaba de los abusos sufridos por el denunciante con él «y algunos más» cuando cursaban octavo de EGB.
El sacerdote, a través de un escrito, manifestó su arrepentimiento mientras que el obispo de Astorga remitió un escrito a las víctimas en la que remarca ser consciente de «que nada en este mundo podrá reparar suficientemente el daño causado. Le pido humildemente perdón en nombre de la Iglesia a la que represento y me pongo a su disposición para poder ayudarle a usted y su familia en lo que necesiten».
Publicidad
Este es el primer caso de pederastia verificado en la iglesia en Castilla y León. La acusación fue admitida por el propio religioso durante el proceso canónico penal abierto por El Vaticano y que ha instruido el Obispado de Astorga.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.