El asesino de Denise: «Me dio una locura, la golpeé y al ver que convulsionaba la rajé el cuello para que no sufriera»

Acompañado por investigadores del caso y visiblemente tranquilo, el agresor recuerda cómo Denise le pidió ayuda porque no lo tenía muy claro. Me preguntó a voces y yo salí de casa. Hablaba muy poquito español pero me pidió que la acompañará hasta arriba. Sería el final del camino de la peregrina.

Controlando en todo momento la situación, pidiendo continuar el camino e incluso aceptando que una de las investigadoras simulase ser la peregrina ya que le ayuda fotográficamente, Múñoz continúa un relato de la fatídica tarde del 5 de abril de 2015.

Me pidió que la acompañará hasta más adelante porque había varios caminos. Pero su actitud en ese momento cambió, como de desconfianza. Esto va a ser lo más difícil de explicar, continúa el agresor de Denisse, que asegura que en ese momento fue cuando me cambió el chip, por decirlo de alguna manera.

«Tenía un mal día y me cambió el chip»

Tenía como un mal día, no me sentía bien y con su actitud hizo que me diera una locura. Cogí un palo y la golpeé en la cabeza. Tras el golpe cayó y se golpeó todo el costado y la cabeza con unas piedras. En ese momento me quede totalmente paralizo, relató Miguel Ángel, que no pudo evitar venirse abajo al recordar estos hechos.

En ese momento, continúo ahora ya con la voz entrecortada, empezó a vomitar. Me sentí fatal. Es que me lo estoy imaginando. Por ello, asegura que estuvo cinco minutos junto a ella para ver si podía reaccionar, sin embargo, Denise empezó a convulsionar ante lo que decidió rajarle el cuello para evitar su sufrimiento.

Sentí que esa persona estaba sufriendo y le hice un corte en el cuello para que dejase de sufrir El corte no era muy profundo. No me ensañe con ella, solo quería que no sufriera. Pero no puedo explicar lo que sentí porque hay que sentirlo para hacerlo

Es el momento más duro del relato y ante el que el agresor se viene abajo, pidiendo incluso un momento para respirar. Es más, ante las preguntas de los investigadores, recuerda que todo a su tiempo porque a pesar de los síntomas de arrepentimiento, Miguel Ángel domina en todo momento la situación e incluso propone a varios agentes salir del pinar porque está perdido, ironizando con que no se va a escapar. No voy a salir corriendo.

El traslado del cuerpo

Tras acabar con su vida, se acercó hasta el cuerpo sin vida de Denise, le quitó la mochila, el palo, el sombrero y las gafas de sol y la cogió en brazos para llevársela a cuestas. Me tiré más de dos horas andando con ella. Un cuerpo muerto pesa hasta tres veces más. Entre 200 o 300 metros en los que todo se me pasaba por la cabeza. Todo el arrepentimientouf. Por aquí pasaba gente, cazadores y era importantísimo que nadie más me viera.

Una vez en el lugar, Miguel le quitó la ropa porque se descompone más rápido un cuerpo, lo sabemos todos, no hace falta estudiar y además decidió cortarle las manos porque al agarrarme pensaba que entre las uñas podría dejar huella. Lo hizo con un hacha pequeñita de cocina que tiró en un cubo de basura lejos. No vas a encontrar nada, asestó a uno de los investigadores..

Tras ello, tapó el cuerpo con tierra y puso unos puntos de referencia. En ese momento que señala una piedra y asegura que cuando abráis el agujero vais a encontrar los restos de ella. Le puse piedras, le camuflé muy bien porque estaba pendiente de que vinieseis.

La desentreró «para que la encontrarais»

Sin embargo, con el paso de las semanas y resultándole imposible que los perros no hubiesen encontrado el resto, el agresor asegura que decidió desenterrarla. Me puse un pasamontañas, guantes y de todo. Me costó sacar muchísimo el cuerpo. Iba cavando e iba saliendo ese olor que jamás recomiendo a nadie que lo huela.

Estaba, según su relato, totalmente descompuesta y estaba convencido de los perros la iban a localizar. Por ello, la sacó y la metió en una saca y la trasladó dos kilómetros. Según su relato para que la encontrarais porque no estaba a gusto conmigo mismo.

Aunque su sonrisa durante el relato demuestra el orgullo tras evitar que localizaran un cuerpo que, según remarcó, no lo hubiera metido jamás en casa porque no soy tan gilipollas.

No entiendo cómo no podían encontrarlo. No es sentirme orgulloso pero cuando haces una cosa lo encuentras tarde o temprano. Era una invasión y me sorprendió que no lo encontrasen. Es en este punto cuando Miguel Ángel, que no se sentía a gusto conmigo mismo, decidió desenterrar el cuerpo para que la encontrarais .