Del 1,9% al 9%, este es el crecimiento en los últimos diez años de los fraudes al seguro ligados a los eventos climáticos. Lluvias, vientos, pedrisco y nieve son las excusas más frecuentes para «intentar arreglar desperfectos en los hogares», señaló Arturo López- ... Linares, director de siniestros de Axa España. Sin embargo, son las inundaciones las reinas con más del 50% de las causas aducidas para comunicar un siniestro no real al seguro. En segundo lugar se sitúa el viento y el tercero, el pedrisco y la nieve, según el XI Mapa Axa del fraude en España.
En cuanto a la distribución geográfica del fraude relacionado con el cambio climático, el Eje Mediterráneo es la zona de España en la que la tasa más aumenta con un crecimiento del 800%. «Esto es debido a que en esta parte de la península se producen más estos fenómenos meteorológicos», explicó López-Linares. No obstante, en la amplia mayoría de las provincias costeras se ha producido un aumento de los intentos de fraude al seguro por estos motivos.
En los últimos doce meses, la aseguradora Axa consiguió frenar 23.889 intentos de fraude y se han evitado el pago de 84 millones de euros en indemnizaciones que serían fraudulentas. Un montante que en los últimos diez años ha aumentado en más de 20 millones de euros, según los datos aportados en el XI Mapa Axa del fraude en España.
Junto a esta cifra, la tasa del fraude no ha dejado de aumentar en la última década, «aunque desde la pandemia ha permanecido estable en el 1,9%», apuntó el director de siniestros de Axa España en la presentación del informe. «Me gustaría poner en valor que el 98% de los clientes son honestos y no engañan», defendió López-Linares.
Por comunidades autónomas, Melilla y Navarra repiten como las regiones con mayor tasa de partes fraudulentos y se suma a ellas Andalucía que sustituye a Murcia en el top 3. «El fraude es algo vivo», añadió.
IA para evitar el delito
El fraude como la sociedad crece y también evoluciona. Las herramientas digitales han permitido ir a los defraudadores un paso más allá, «lo que ocurre es que nosotros también tenemos la tecnología para combatirlo», señaló López-Linares. A principios del S.XXI, los engaños al seguro se detectaban y perseguían de forma manual, sólo el 3% quedaban en manos de la tecnología. «Ahora, uno de cada tres lo hace la inteligencia artificial o las herramientas digitales», detalló el director de siniestros de Axa España.
La inteligencia artificial se ha unido al equipo de 'investigadores' de las aseguradoras para combatir y proteger las amenazas fraudulentas. «Permite la identificación temprana de patrones sospechosos en documentos o imágenes gestionadas en la tramitación de un siniestro», comentó López-Linares.
«Tenemos que ser intolerantes con el fraude porque los gastos se terminan mutualizando y subiendo las primas de todos los clientes»
Arturo López-Linares
Director de siniestros de Axa España
Con esta herramienta, asegura Axa, la carga de trabajo manual se ha reducido y, además, permite detectar el fraude en imágenes que «a simple vista parecen reales», afirman. «Podemos conocer quién es el creador del documento y ver si ha sido modificado», detalló el portavoz de la aseguradora en la presentación del informe ante los medios. «Además puede comprobar si se ha usado en siniestros anteriores», añadió.
Sin embargo, la inteligencia artificial no es la única tecnología que usan los expertos en el día a día. «Hemos tenido intentos de fraude para arreglar una fachada tras un episodio de fuertes vientos y con Google Earth y Street View hemos comprobado que no era así».
Las aseguradoras se enfrentan a tres grandes tipos de fraudes «y la forma en la que se distribuye apenas ha variado», confirma el informe de Axa. La movilidad es el área de negocio que concentra mayor porcentaje de fraude al seguro. Sin embargo, en los últimos diez años ha caído de siete de cada diez a cinco de cada. «Esto se explica porque el seguro es obligatorio en el sector auto», señaló.
No obstante, los fraudes oportunistas son los más frecuentes al copar más de la mitan de intentos en 2023 y el importe medio de estos ronda los 600 euros. El resto corresponde a los premeditados con un coste en torno a los 3.000 y 4.000 euros y las tramas que a penas son el 3% «pero la tecnología está ayudando a su planificación», advirtió López-Linares. Todo ello sumado alcanzan los 84 millones de euros, este sería el impacto del fraude en el sector seguros que se evitó, afirma Axa, en 2023. «Tenemos que ser intolerantes con el fraude porque los gastos se terminan mutualizando y subiendo las primas de todos los clientes», alertó.
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