La cumbre climática de las ausencias

Hace un año en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), la cita de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) era fastos, sonrisas, opulencia y, sobre todo, ostentación. Casi doscientas banderas, una por cada país presente en la COP28, un sol ajusticiando a los grandes líderes mundiales y una lista interminable de 'su excelencia'.

En la foto de familia en Emiratos Árabes Unidos, el fotógrafo dejó decenas de metros con los líderes mundiales para que todos cupieran en la imagen. 144 invitados anotados en la lista de la organización. Casi doce meses después, las citaciones se han reducido a la mitad. El 'excel' provisional en posesión de la Convención Marco de Naciones Unidas se ha quedado en 78 líderes que subirán al escenario de la COP29 durante las dos primeras jornadas de la cumbre climática.

Este 2024, las ausencias en Bakú (Azerbaiyán) son notables y notorias. Unos porque tienen problemas domésticos que resolver como es el caso de Olaf Scholz en Alemania, otros porque están en funciones (Úrsula von der Leyen en Bruselas) o en la rampa de salida (Joe Biden en Estados Unidos). O, directamente, no van por respeto a los derechos humanos como argumentó hace unas semanas el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron.

En el juego de averiguar quién es quién también resulta complicado averiguar cuántas mujeres vuelven a estar presentes en la cumbre climática.

Durante dos días, como es habitual en estas citas, la presidencia que ostenta la Conferencia de las Partes de la CMNUCC organiza la llamada 'Cumbre de Líderes Mundiales' en la que se invita a representantes de todo el planeta a dar sus discursos frente al plenario. Uno a uno suben al estrado y pronuncian sus palabras. Este año, sólo lo harán 8 mujeres de los 78 líderes inscritos en la base de datos de la CMNUCC. El 10,2% de los asistentes y no todas ellas son las primeras ministras o las jefas de gobierno de su país. Estas son:

La foto de Bakú y la de Dubái en 2023 son el fiel reflejo de la realidad, el techo de cristal en los órganos donde se toman decisiones aún es demasiado duro para ser roto. En promedio, el porcentaje de mujeres que ocupan la jefatura de Estado o de gobierno se ha mantenido sin mayores cambios, no llega al 10% en este último informe y no toca el 12% desde 1995 cuando batió esa barrera 'psicológica' del 10%.

No obstante, la representación avanza lentamente en los parlamentos y cámaras de representación. Tras las elecciones y nombramientos ocurridos en 2023, la proporción mundial aumentó casi medio punto porcentual hasta alcanzar el 26,9%. Esto supone que una de cada cuatro parlamentarias en el planeta es una mujer, según datos de ONU Mujeres.

El informe de Naciones Unidas se ha centrado en la renovación de las cámaras en 52 países de todo el planeta. En 32, la representación de las mujeres se vio incrementada, mientras que descendió en 19, y permaneció igual o cambió en menos de 1 punto porcentual en los 15 restantes.

En esos países, las mujeres representaron el 27,6% de los diputados en las cámaras recién elegidas o designadas, lo que supone un aumento global de 1,4 puntos porcentuales en comparación con los datos de años anteriores. En 2023, las mujeres ocuparon el 27 % de los escaños elegidos o designados en las cámaras bajas o en los parlamentos unicamerales, y el 31 % de los escaños en las cámaras altas.

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