Borrar
Manifestación Fridays for Future EPA
La ayuda climática de Europa «no estuvo a la altura» entre 2007 y 2020

La ayuda climática de Europa «no estuvo a la altura» entre 2007 y 2020

La Unión Europea destinó casi 730 millones de euros a países no desarrollados y afectados por el cambio climático, pero el Tribunal de Cuentas Europeo califica los planes de «ineficaces»

Miércoles, 15 de febrero 2023

La última cumbre del clima de Egipto el pasado 2022 puso de manifiesto que la ayuda prestada por los países más desarrollados nunca ha sido suficiente y, además, tampoco se ha cumplido con la famosa promesa de los 100.000 millones de dólares alcanzada en la COP15 ... para paliar los efectos causados por el cambio climático. Un presupuesto que no se ha completado ni han servido para su cometido: luchar contra los daños provocados por el calentamiento global.

Entre 2007 y 2020, la Comisión Europea puso sobre la mesa un total de 728,8 millones de euros en la iniciativa de la Alianza mundial contra el cambio climático «para ayudar a los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo a reforzar su resiliencia frente a los efectos del cambio del clima», señalaba Bruselas en su declaración de intenciones.

Un programa dividido en dos partes 2007-2013 y 2014-2020 que movilizaron 308,8 millones y 420 millones, respectivamente. Iniciativa que no ha tenido continuidad y que el Tribunal de Cuentas Europeo ha aprovechado para realizar una auditoría y «extraer lecciones». La conclusión: «El proyecto no demostró su impacto en la resiliencia de los países frente al cambio climático».

En estos trece años, la Alianza realizó más de 100 acciones en 70 países distribuidos en varias zonas geográficas (Caribe, África, Islas del Pacífico y Asia. Sin embargo, «no se midieron las mejoras en la situación de los beneficiarios ni se centró suficientemente en las necesidades de los más afectados», advierte el Tribunal de Cuentas en su examen a las iniciativas.

Entre las actividades más financiadas se encuentran aquellas relacionadas con el medioambiente y recursos naturales que aglutinaron 4,4 de cada 10 euros invertidos en los trece años de la Alianza. A continuación, las acciones más subvencionadas fueron la agricultura y seguridad alimentaria, la energía, infraestructuras, agua, educación y, por último, el desarrollo económico y turismo.

En su acta de comunicación fechada el 18 de septiembre de 2007, los impulsores de la Alianza apostaban por proporcionar «un apoyo técnico y financiero a las medidas de adaptación y a la integración del cambio climático en las estrategias de desarrollo».

Para ello, la Comisión Europea proponía cinco campos de trabajo «prioritarios». El primero de ellos se centraba en la elaboración de planes nacionales de adaptación para los países vulnerables. A continuación, Bruselas se centraba en la reducción de las emisiones debidas a la deforestación en los países en desarrollo, aumentando las capacidades nacionales para el control de la deforestación; seguido del apoyo a la participación y promoción de la reducción del riesgo de catástrofe y, por último, la integración del cambio climático en las estrategias y programas de reducción de la pobreza.

No obstante, estas metas fueron complicadas de alcanzar «debido a la compleja configuración de la iniciativa», revela el Tribunal de Cuentas. «Faltaban sinergias y tenía poco sentido en términos de eficiencia», añade en su texto de evaluación.

En el examen del organismo con sede en Luxemburgo examinaron un total de 14 acciones «que representan el 16% de los fondos contratados en virtud de la iniciativa entre 2007 y abril de 2022» y en las que «no se realizó una transformación sistemática del desarrollo de capacidades» y «algunas actividades eran inasumibles para los hogares más pobres», advierten.

Sin pensar en las mujeres

Aunque las consecuencias del cambio climático no distinguen por género, sí que agrandan la brecha de la desigualdad. Un informe realizado por Boston Consulting Group puso de manifiesto que el 80% de los refugiados climáticos ya son mujeres. La modificación del clima dificulta el acceso a recursos naturales y aumenta la pobreza.

Este impacto, «recogido en los principios de la Alianza» -recuerda el Tribunal de Cuentas-, no fue núcleo central de las acciones llevadas a cabo durante la vigencia del programa comunitario. Tan solo tres actuaciones «abordaban específicamente las necesidades de las mujeres», revela el examen. «Faltó ambición», apostillan.

Esa ausencia fue uno de los grandes fallos e impulsó el desconocimiento total del programa, según los analistas del Tribunal de Cuentas Europeo. «Nuestra encuesta revela que la iniciativa no era muy conocida y que la falta de conocimiento de la financiación disponible impedía a algunos países vulnerables a solicitar esta ayuda», señalan.

Aunque, el plan quedó guardado en el cajón en 2020, el organismo comunitario propone un nuevo paquete de acciones para 2024 con «objetivos ambiciosos, seleccionar indicadores de referencia y centrarse más en hogares vulnerables y necesidades de las mujeres», apuntan en el apartado de recomendaciones. «Esta iniciativa se centró en el refuerzo de la capacidad institucional y no demostró su impacto en la resiliencia de los países», recuerda

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias La ayuda climática de Europa «no estuvo a la altura» entre 2007 y 2020