La provincia trabaja en recuperar la extinguida raza mantequera leonesa buscando ganar pureza

Con un censo de 200 animales, «aún queda todavía trabajo por delante» para entrar de nuevo en el registro, como confiesa Juan Carlos Boixo, director del Centro de Selección y Reproducción Animal (Censyra). Con muestras de sementales congeladas, el objetivo parece más que alcanzable, consiguiendo además que estos ejemplares contribuyan al mantenimiento del ecosistema alimentándose de pastizales de la montaña leonesa.

Así lo avanzó el director este martes, cuando fue anfitrión de la visita a las instalaciones por parte del director general de Producción Agropecuaria, Agustín Álvarez.

Según manifestó en su vistia, el Censyra es «un lugar que supone un punto de referencia para la genética en Castilla y León y en toda España» y que hace más de un millón de muestras genéticas al año, «además de conservar toda la pureza genética de las diferentes razas que están en las explotaciones ganaderas territoriales», por lo que «tan solo con mantener esas cifras la gestión sería maravillosa».

De esta manera, toda la inseminación artificial de las diferentes razas sale del centro leonés, lo que permite que «las razas tengan cada vez estándares mayores de calidad genética», de manera que «hay cada vez animales más sanos» que «se pueden exportar».

Agustín Álvarez visitó también el Laboratorio de Sanidad Animal, «de referencia internacional en sanidad animal», sirve para «hacer determinaciones de diferentes enfermedades», por lo que el objetivo es «mantener el nivel para después poder ver cómo se puede mejorar».

El director general de Producción Agropecuaria afirmó que en estos momentos, el ganado de la provincia de León está «libre de brucelosis» y «por debajo del uno por ciento de prevalencia de tuberculosis», lo que «permite movimientos absolutamente libres que beneficien a los ganaderos porque pueden exportar libremente» aún habiendo ganadería extensiva y de montaña, gracias a que «se ha trabajado de manera muy muy buena tanto por los profesionales como por los ganaderos».

En cuanto a su llegada al puesto, Álvarez explicó que entre los retos que se ha marcado se encuentra en primer lugar mantener la excelencia en cuanto a competencia en sanidad animal para conseguir que toda la Comunidad esté por debajo de ese uno por ciento de prevalencia en tuberculosis, algo que aún no se ha logrado en Soria, Ávila y Salamanca, así como obtener que también todas las provincias estén libres de brucelosis como del resto de enfermedades.

El director general insistió también en la importancia de «líneas de ayuda que favorecen todas las producciones», así como para ayudar a luchar contra la sequía con «puntos de agua y préstamos», en un sector en el que «ya hay un trabajo excelente de muchos años atrás», y que requiere también de «la participación de los jóvenes y las mujeres en el campo», así como «la implantación de nuevas tecnologías».