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Un grupo de inmigrantes juega al balón en el chalé. Sandra Santos

La nueva vida de los migrantes del Chalé de Pozo

Las primeras jornadas transcurren «con total normalidad» y un grupo ha pasado la mañana del lunes jugando un partido de fútbol frente al centro

Martes, 25 de junio 2024, 08:16

La cotidianidad reina en el centro de acogida de migrantes de Villarrodrigo de las Regueras. Desde su llegada el pasado viernes y sábado, 21 y 22 de junio, las 180 personas procedentes de Senegal y Mali conviven en un ambiente amigable y dinámico. En la mañana de este lunes 24 de junio, festivo en la capital, un grupo de ellos jugaba al fútbol en el aparcamiento situado frente al hotel, aprovechando que el buen tiempo por fin se dejaba ver en la ciudad.

Un día a día cotidiano en el polémico Chalé del Pozo, en el que las sonrisas no faltan entre sus nuevos habitantes, que provistos de rudimentarias prendas de vestir han jugado un partido de fútbol frente al aparcamiento del hotel. Los coordinadores del proyecto han expresado algunas necesidades detectadas tras su llegada, ya que «han llegado con muy poca ropa».

Necesidad de «calzado y ropa de abrigo»

Nati Largo, portavoz de la Plataforma de Apoyo a los Refugiados de León, apunta sobre la escasez de prendas masculinas y anima a los leoneses a donar poniéndose en contacto con San Juan de Dios o a través de la Plataforma. Algunos de los jóvenes jugaban al fútbol con chanclas ya que, como remarcan los coordinadores, «no tienen casi calzado». Otra de las necesidades detectada son «prendas de abrigo para la noche», ya que la mayoría tiene sólo camisetas de manga corta.

Desde la Plataforma de Apoyo a los refugiados de León hacen hincapié en «construir en positivo» y rechazan «cualquier tipo de enfrentamiento». Recuerdan que los migrantes tienen «el derecho legal de venir» y nosotros «el deber legal de acogerlos».

Los migrantes del Chalé del Pozo cuentan con clases de formación en idiomas, así como mediadores de información y formación laboral, algo que califican desde la Plataforma como «fundamental», ya que el trabajo es lo que les permitirá «ser libres del todo» y poder acceder a una vivienda.

«Una sonrisa ya vale mucho»

Para favorecer su acogida en el municipio, inciden en la importancia de que «no perciban actitudes de desprecio», y que «una sonrisa, ya vale mucho». La Plataforma anima a los vecinos a «decirles un bienvenido» cuando se crucen con ellos, ya que, independientemente del idioma, «eso lo van a entender».

Desde que el pasado 11 de junio el Ayuntamiento de Villaquilambre tuvo conocimiento de la llegada de estos migrantes, que ya cuentan con solicitud de protección internacional y documentación, los episodios de rechazo a la acogida han sido constantes. Tanto las redes sociales como lo ocurrido en el pleno de Villaquilambre, han demostrado muestras calificadas por la portavoz de la Plataforma de «individualismo y falta de espíritu de ayuda mutua».

«Globalizar la solidaridad ante la indiferencia»

Aseguran que la unión del «creciente odio en redes sociales», unida a la «lucha política de ciertos partidos» ha fomentado «un enfrentamiento de ese tipo». Insisten en la importancia de «globalizar la solidaridad», ante la globalización «de la indiferencia»

El Chalé del Pozo, un lugar ya preparado para convertirse en el nuevo hogar de estas 180 personas previsiblemente hasta final del verano, que servirá como un punto y seguido a su largo viaje, que comenzó en sus países de origen en el continente africano, y los llevó hasta Canarias, desde donde partieron recientemente para llegar a León.

Seguridad en la zona

Durante la mañana del lunes 24 de junio se han podido ver por la zona patrullas de la Policía Local de Villaquilambre y de la Guardia Civil, algo que ya adelantó la concejala del Ayuntamiento de Villaquilambre, Rita González, cuando afirmó que «velarán por la protección de los vecinos y de los propios refugiados».

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