Robo en chalets de León

«Hacen fotos a las casas y se fijan en los contadores de la luz»

En las últimas semanas, vecinos de este entorno denuncian la presencia de 'coches sospechosos' que se paran delante de sus casas o que van por sus calles muy despacio.

El último intento de robo se registró hace dos semanas. «Fue en la casa de mi vecina», explica Pintado. «Saltaron por la parte de atrás y aprovecharon el canalón para saltar al tejadillo y entrar por la ventana del segundo piso», explica el vecino de la comunidad que indica que «los ladrones sabían que estaban dentro, pero no se imaginaban que los iban a escuchar».

Según las declaraciones que Pintado ha podido transmitir a este medio «los asaltantes saben qué casas cuentan con alarma y evitan entrar o probar suerte en ellas». Una forma de asalto que han visto en diferentes ocasiones en la provincia por parte de diferentes bandas organizadas. «No creemos que sea la misma banda organizada que han pillado hace poco porque los últimos coches que vimos vigilando la zona fueron estos días», añade el vecino de la urbanización afectada, que remarca: «Aunque actúen igual, no le tienen miedo a las consecuencias».

En el último asalto a su vivienda vecina, los ocupantes se encontraban dentro del domicilio. «Sabían que mis vecinos estaban en casa porque aparcan el coche delante de la puerta», explica Pintado, que hace alusión a que «les interesaba que estuvieran dentro para evitar la alarma, pero la jugada les salió mal».

Según explica el vecino de la comunidad, los habitantes del chalet colindante se encontraban en el piso inferior del domicilio cuando los asaltantes accedieron por la parte de atrás. Aprovechando que sus vecinos estaban despistados, accedieron al piso superior trepando por un tejadillo y rompiendo la ventana de uno de los dormitorios. «Al romper la ventana, mi vecina se asustó y subió a ver qué había pasado», explica Pintado. «Ahí fue cuando se asustaron y se fueron», asegura el vecino del municipio de Villaquilambre.

Las redes sociales una vez más ayudan a que los vecinos se comuniquen de forma rápida e inmediata ante cualquier posible sospecha. «Los que tenemos perro nos ponemos de acuerdo para salir e ir mirando los coches que nos parecen sospechosos», indica Óliver Pintado que denuncia la falta de seguridad en los domicilios menos iluminados o de mayores facilidades en el acceso por su parte trasera.