Agresiones, quema de felpudos y amenazas en un bloque de vecinos de Villaobispo

Basura en el patio comunal, golpes de machetes en las puertas o amenazas verbales son algunas de las situaciones que se encuentran los residentes de esta comunidad. «Tenemos miedo de que algún día cumpla sus amenazas», asegura el vecino.

La situación ha obligado a los afectados a tomar «cartas en el asunto». Denuncias tras las agresiones que se han ido repitiendo con más frecuencia en las últimas semanas.

Según declara uno de los vecinos a este medio este joven «amenazó a un octogenario con tirarlo por la ventana e intentó hacerlo», asegura mientras añade que «no es la primera vez que esto ocurre». El hombre tuvo que ser asistido por los Servicios de Emergencia tras el presunto intento de agresión ya que sufrió «un ataque de nervios y de ansiedad». La situación ha permanecido durante casi dos años como una rutina normalizada. «El miedo que le tienen la mayoría de vecinos no es normal», asegura tras explicar que «a otro vecino le quemó el felpudo y le amenazó con que quemaría su casa con ellos dentro».

El edificio se compone de nueve viviendas, en su mayoría de pisos de alquiler. «Los vecinos que no son propietarios no se quieren meter en problemas porque se pueden ir cuando les termine el contrato», asegura el afectado.

«Si se enfada contigo te vacía la bolsa de basura en la puerta», añade tras denunciar la falta de «rapidez» a la hora de tomar cartas en el asunto por parte de las autoridades. La situación no solo atañe a sus viviendas, sino a bloques cercanos e incluso a la Compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

Las hermanas de la Caridad se han sumado a esta denuncia pública. «Es un peligro no solo para nosotros», indica la máxima representante del organismo, sino también para los abuelos de la residencia o los niños de la guardería que entran por el mismo sitio que este señor arroja botellas de vidrio», añade.

Una situación que ella misma ha vivido en reiteradas ocasiones. «Llegaba de acompañar a una de las hermanas, volvíamos en taxi y arrojó botellas sin control», explica mientras matiza que la suerte fueron «los reflejos del taxista» el cual retrocedió rápidamente para «evitar una tragedia». «Esta persona tiene problemas graves en su conducta», asegura la madre superiora que «no ve otra solución que no sea la intervención de los Servicios Sociales».

La última actuación por parte de la Policía Local de Villaquilambre se efectuó el lunes 22 de enero cuando los agentes se vieron obligados a intervenir ante la llamada de la madre superiora. Fuentes oficiales han confirmado que se trata de una «persona muy conflictiva» por la que han tenido que actuar en «diferentes ocasiones».